ENTREVISTA | María Dolores Gaitán Pianista y directora del Festival de Piano FIP Guadalquivir

«Hay que potenciar mucho más a las intérpretes; a veces su obra está oculta»

La pianista, en Medina Azahara, donde actúa el 30 de septiembre junto a la siria Maya Youssef.

La pianista, en Medina Azahara, donde actúa el 30 de septiembre junto a la siria Maya Youssef. / Óscar Falagan

Pianista, gestora cultural e investigadora incansable; la pasión por la música clásica ha otorgado a María Dolores Gaitán el prestigio de ser considerada una de las intérpretes más representativas de nuestra tradición musical, a través de la marca España (España Global). Pero si de algo se siente orgullosa es de ser fundadora del Festival de Piano FIP Guadalquivir, el primero en unir los cuatro patrimonios de la Unesco de Córdoba con la música y de tender puentes internacionales, además, con patrimonios culturales como el de México.

En esta edición, ella misma se subirá al escenario para rendir homenaje, el 30 de septiembre en Medina Azahara, a la fuerza femenina de la ciudad califal con un concierto en el que contará con el acompañamiento, al qanun, de la compositora siria Maya Youssef. En la cita también se escucharán reminiscencias de Alhajas, el nuevo disco de Gaitán, que saldrá en septiembre como un homenaje a las tres culturas de Córdoba con un puente desde el presente.

¿En qué está trabajando?

En los últimos tres años he estado focalizando mi carrera profesional en Estados Unidos y México porque allí gusta mucho mi forma de interpretar, así que se están abriendo nuevos caminos. Entre otros proyectos, estoy trabajando como solista para dar voz a la música de Ángel Piñero a partir de transcripciones de su música de guitarra al piano.

¿Cómo afronta el ser solista?

Como solista, la presión y la responsabilidad siempre son mayores, pero obtienes una satisfacción enorme por la libertad de interpretar. Cuando tocas con otros, por el contrario, estás condicionada a la energía de cada componente. Pero aquí se crea un ambiente mágico por el diálogo entre las partes. Yo soy una amante de la música de cámara. Incluso la sonoridad del instrumento cambia para adaptarse a la del resto. Es una manera distinta de conexión con él a diferencia del trabajo de solista, que también es único. Es maravilloso en ambas ocasiones.

¿Cuántas horas diarias puede llegar a ensayar?

Cuando empiezas la carrera, muchísimas, y todas son pocas. Cuando tienes un bagaje cambia el ritmo, se interiorizan de otra forma las partituras. Se agiliza el método de aprendizaje de las obras. Cuando se acerca una gira o un concierto, multiplico las horas de estudio. En esos casos trabajo seis horas diarias. Pasa igual que con cualquier deportista de élite, que requiere de un trabajo fuerte del músculo para tenerlo activo o en forma. Mentalmente sucede lo mismo.

Desde su faceta de promotora artística, ¿España ofrece un buen caldo de cultivo para llevar a cabo estos proyectos?

Es difícil. Pero no ocurre solo en España. Después de estar en contacto con el modo de trabajo de otros países de América, veo que vivimos anclados en una historia pasada, de esplendor de la cultura de la música clásica. Cada vez es más difícil encontrar apoyos y se está convirtiendo en un gran demonio. Apostar por una mejora cultural supone apostar por una mejora a futuro de una sociedad. Todas las empresas no son capaces de ver esas líneas futuras, por lo que se convierte en algo difícil. Se trata de vender algo intangible, ¿cómo pones precio al arte?, esa dificultad se traslada a la obtención de apoyo o mecenazgo. En España, incluso, esa ley de mecenazgo todavía es retrógrada y no se facilita el apoyo de proyectos culturales a las instituciones con poder adquisitivo. Hay que ver el beneficio en forma de impacto social, no solamente económico.

"En Europa vivimos anclados en una historia pasada de esplendor de la cultura clásica"

¿En Italia ha notado mayores apoyos?

Hace unos años, te podría decir que sí había más diferencia entre países en Europa de apuesta por la cultura. En Alemania y en Austria, sobre todo. Ahora cuesta más trabajo. En cambio, en países de América y Latinoamérica hay mucha sed de cultura, están adelantando a pasos gigantes al continente que vive de una herencia longeva en este sector, que está muy acomodado. Tiene que haber una pequeña revolución dentro de nuestro continente para mayor inversión cultural.

¿Qué supone llevar la marca España como sello artístico?

Es ser embajadora de nuestra música y nuestra cultura a nivel internacional, ser la voz de compositores y compositoras que quedaron en el olvido o cuya obra no ha llegado. También implica una labor incesante de investigación para rescatar obras de Albéniz, Falla o Granados, para posicionar la música de nuestro país en un primer plano.

¿No llega a pesar la responsabilidad?

Nunca lo he tomado como un peso, sino todo lo contrario. Al final, es algo inherente a mi día a día. Siempre he sentido mucha curiosidad por mis raíces. Todos somos el resultado de un compendio de pueblos. Siempre he querido descifrar el sentido de esas raíces. Por ejemplo, durante la gira que llevé a cabo en México, descubrí una parte de la cultura musical relacionada con el Caribe afroandaluz. Hay una Córdoba en Veracruz, igual que hay una Córdoba española. El caminar y llegar a distintos caminos, nutrirte de esas culturas, hace la búsqueda apasionante. Así que no es un peso, sino algo que llevo con mucho cariño, alegría y orgullo.

"Los artistas españoles tenemos marcada nuestra esencia, lo difícil es encontrar el respaldo"

El diseñador Alejandro Gómez Palomo también fue visionario en ese sentido. ¿Falta esa actitud en los artistas nacionales?

Creo que los artistas españoles y sobre todo, me atrevería a decir, los andaluces, tenemos bien marcada en la piel la esencia de España. La dificultad quizá reside más en que nos den respaldo las instituciones. Poco a poco se dan cuenta, pero hay que trazar un sendero conjunto. Un artista no deja de ser un ente individual y un país es algo mucho más grande. Se están dando avances desde las instituciones en visibilizar nuestra cultura en el exterior, pero es un trabajo que hay que seguir construyendo. Al final, artistas como Palomo Spain o como yo buscamos una personalidad dentro del entorno donde nos hemos criado. El pianista Arthur Rubinstein decía que la música española la interpretan bien los españoles. No se refería a que cualquier artista de otra nacionalidad no pudiera hacerlo bien. Se refería a que, al fin y al cabo, vivimos el día a día en esos ritmos, esas melodías. Qué mejores embajadores que los propios artistas españoles para llevarlo a cualquier parte.

¿El Festival de Piano Guadalquivir ha alcanzado todo su potencial? ¿ha recibido los suficientes apoyos?

Estamos en ese camino. Poco a poco, el festival ha ido ganando respaldo en los últimos años, tanto del Ayuntamiento de la ciudad como de las instituciones públicas. Pero todavía necesitamos un empujón. Este año nos hemos convertido en el primer festival en abrirse a los cuatro patrimonios de la Unesco de Córdoba. Córdoba es de las pocas ciudades en el mundo que cuenta con estos reconocimientos. Este año nos abrimos a México, otra sede patrimonial. Se trata del primer festival andaluz que lo lleva a cabo. Tratamos de unir Córdoba a través del piano, gracias a los patrimonios. Se trata de convertir la ciudad en un epicentro mundial a través de la cultura. Exportar internacionalmente nuestra cultura a través del patrimonio es nuestro principal objetivo. La idea es visibilizar el potencial de esta cita y hacer ver sus conexiones a nivel mundial para que este sea el principio de una futura unión con cualquier patrimonio del mundo.

Este año, la cita hace un especial homenaje a las mujeres. ¿Todavía se necesita esa visibilidad en el ámbito de lo clásico?

En todos los ámbitos. Todos nos hemos emocionado con el triunfo de la selección española femenina en el campeonato mundial de fútbol. Se ha visto como una revolución y no quiere decir que antes de esto no hubiera muchas jugadoras de fútbol con talento. Yo misma fui futbolista, creé el equipo de fútbol de mi pueblo. Pero siempre debe estar presente esa lucha por lograr una visibilización más potente porque, al fin y al cabo, la historia nos ha dictado un camino único. Yo soy mujer, intérprete. Como directora, cuando me dispuse a formar la programación del festival tuve dificultades para encontrar artistas buenas. Conozco a muchas, pero me costó trabajo hallarlas. Pensé ‘no puede ser’. Hay que potenciar mucho más a las intérpretes. A veces su obra está oculta, pese a su calidad, o incluso se han perdido sus partituras, verdaderas joyas, porque nadie las ha recuperado o grabado. Todo eso hay que potenciarlo y me parecía que esta edición era la perfecta para ello.

Va a estrenar en Medina Azahara composiciones de su nuevo disco, ‘Alhajas’.

Llevo mucho tiempo mimándolo, gestándolo. Hace poco salió el primer single, Dia Succari, a finales de septiembre saldrá el trabajo completo. Alhajas es un nombre andalusí, que se identifica con la filigrana cordobesa. De hecho, he contado con la artesana y diseñadora cordobesa Ana Martina para sus joyas cordobesas en planta, que son un espectáculo. También llevo vestuario de Palomo Spain. Me parece muy bonito tenerlos presentes. Alhajas se inspira en esas joyas andalusíes que están en constante diálogo entre la antigüedad y la modernidad. Es un rescate de obras que reflejan Córdoba, la presencia de las tres culturas, y cómo eso nos define en la actualidad, nuestra música. No quería limitar la música andalusí a los instrumentos tradicionales, sino traspasar esa frontera y extrapolarla a la actualidad. Trato de unir la tradición con la modernidad.

Suscríbete para seguir leyendo