Los bares toman un respiro por vacaciones en Córdoba

Los negocios de hostelería también cierran por vacaciones en Córdoba. No lo hacen todos y tampoco suelen disfrutar de periodos muy largos, pero las asociaciones empresariales explican que la segunda quincena de julio y las primeras semanas de agosto son las fechas elegidas, en líneas generales, para parar y descansar unos días en el verano cordobés.

«La ubicación es un factor muy importante. El negocio de mediodía, sobre todo, se pierde mucho con el calor. La gente suele salir por la noche pero, por ejemplo, en un polígono industrial no tiene sentido abrir por la noche», explica el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo (Hostecor), Sergio Rodríguez.

También alude al peso del turismo en la decisión de los empresarios y señala que en la Judería y otras zonas del casco histórico «julio es bastante flojo. La mayoría de los compañeros abre todos los meses, pero algunos cierran por quincenas en julio. Sin embargo, agosto es un mes fuerte, porque la gente que vive en zonas costeras aprovecha para viajar al interior, y todo el mundo abre en la Judería. En el resto de la ciudad hay de todo, gente que cierra el mes de agosto entero y empresas que no cierran nada. En septiembre está todo el mundo al 100%», comenta. 

En líneas generales, el presidente de la patronal indica que «casi todos los establecimientos cierran una semanilla, para dar descanso al personal y descansar ellos (los empresarios). La mayoría cierra en torno al puente de agosto, se suele cerrar más en la primera quincena, porque en la segunda vuelve más gente de vacaciones», apostilla.

Cierres parciales

Por su parte, Miguel Ángel Morales, presidente de la asociación empresarial Horeca, estima que en torno a un 15% de los locales de hostelería de la provincia están cerrados por vacaciones en la actualidad. No obstante, matiza que «en la provincia hay menos cerrados que en la capital porque, sobre todo los pueblos pequeños, reciben a vecinos que durante el año viven fuera y aquellos que regresan en verano».

Acerca de las previsiones para agosto, avanza que el comportamiento de estos locales será «como todos los años» y se espera que durante la primera quincena «estén cerrados muchos más establecimientos que en julio». El presidente de Horeca augura que en torno a un 15% echará la persiana durante unos días y alrededor del 45% descansará solo la mitad de la jornada. «Por el calor, se prefiere abrir por la noche y cerrar durante el día», coincide en destacar. 

2023, buen año a medias

En cuanto a los resultados de la actividad de los negocios de hostelería en lo que va de ejercicio, Hostecor y Horeca valoran de forma positiva las ventas, pero subrayan los efectos negativos de la inflación en los beneficios.

El presidente de Hostecor, Sergio Rodríguez, lamenta que la actividad es similar a 2022, «que fue un año muy bueno, pero los beneficios han bajado bastante». En la misma línea, Miguel Ángel Morales, su homólogo en Horeca, opina que «lo que va de año está siendo bastante bueno, quitando la reforma laboral, que nos está haciendo algo de daño», y apunta que el sector está «a la espera de que la inflación se vaya reduciendo para regresar a los niveles de costes previos» a la subida.

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