CRÓNICA DE AMBIENTE

Cata del Vino 2023: sitio de encuentro entre amigos y de campaña electoral

La jornada inaugural de la cita con Montilla-Moriles recibe un aluvión de cordobeses, que en general, prefieren la Diputación como escenario

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

La Cata del Vino Montilla-Moriles 2023 ha abierto este miércoles sus puertas en la plaza de toros de Córdoba para recibir por primera vez al público en esta nueva ubicación, que no parece convencer a muchos de los habituales. "Este sitio no está mal, pero no tiene punto de comparación con la explanada de la Diputación, mucho más amplia y más cómoda", aseguraba una pareja, "estamos acostumbrados al otro sitio y como está en pleno centro, le viene bien a todo el mundo". La primera impresión de los que iban llegando era esa, incluida la de algún bodeguero, la de un lugar más pequeño debido principalmente a que la plaza de toros es redonda, lo que obliga a cerrar el círculo central, y también al calor que ha presidido la inauguración. A otros, beber vino en el Coso de los Califas les parece que tiene su punto. "Unir las dos tradiciones me parece un acierto", comentaban en un corrillo de compañeros de trabajo, "igual que se usa para conciertos y espectáculos, está bien venir a la plaza de toros a beber vino".

Antes de saborear el vino, un momento para moverlo en la copa y olerlo.

Antes de saborear el vino, un momento para moverlo en la copa y olerlo. / A. J. GONZÁLEZ

La comidilla de este primer día era las sensaciones que provoca la principal novedad de la Cata del Vino, el escenario, aunque el paso inmediato ha sido celebrar. "Llevamos más de veinte años viniendo el primer día de la Cata todas juntas, a veces diez personas, otras doce y este año seis, pero no faltamos a la cita", explica Bernardina rodeada de amigas, "vinimos una vez por probar y nos encantó, aunque no somos bebedoras habituales de estos vinos, sí en ocasiones especiales y reuniones familiares, este encuentro se ha convertido en una tradición". Tras el brindis correspondiente, empieza la charla y las idas y venidas a los bares. "Hay que comer al mismo tiempo que bebes si quieres salir de la plaza en condiciones", bromeaba una de ellas, "ese es el secreto, este vino no se puede tomar a palo seco si no estás acostumbrada".

Sergio, Cristina y

Sergio, Cristina y Jorge degustan una copa de vino joven. / A. J. GONZÁLEZ

Mientras unos retoman una buena costumbre, la de encontrarse en la Cata a finales de abril, otros experimentan de la mano de las visitas. Es el caso de Sergio y Jorge, madrileños neófitos en estos vinos, a quienes la anfitriona, Cristina, les ha hecho de guía este año. "No tenemos ni idea de estos vinos, pero queremos aprenderlo todo", bromea Sergio, "de momento, hemos empezado con un Pilycrim y la cosa promete, es suave y entra bien". Más crítica se mostró Cristina con la organización. "Hemos estado esperando un rato largo para entrar porque había cola, pero las autoridades se han puesto delante y al final no se ha respetado el orden", lamentó.

Y es que aunque habitualmente el corte de la cinta es un acto institucional al que acuden representantes institucionales, este año de precampaña electoral, ha contado con una presencia masiva de políticos y alcaldables de todos los colores, que a primera hora, casi eran mayoría respecto al resto de público.

Algunos de los alcaldables brindan en la Cata del Vino.

Algunos de los alcaldables brindan en la Cata del Vino. / A. J. GONZÁLEZ

Estos días, los candidatos y sus equipos tienen claro dónde hay que repartir sonrisas en Córdoba y uno de esos sitios es la Cata, preferentemente, junto a la puerta de entrada al Coso, para que cualquiera que entre pueda verte departir, saludar al contrincante con alegría, derrochar campechanía o estrechar manos a todo el que la ofrezca. La Cata es un lugar en el que los políticos hablan poco, beben algo y ríen mucho. Bastará con revisar más tarde las redes sociales de todos los que aspiran a la alcaldía para comprobar si dieron cuenta de la visita con alguna foto comentada, el formato de campaña electoral más efectivo del siglo XXI.

Grupo de guardias civiles (de descanso) y sus mujeres en la Cata del Vino.

Grupo de guardias civiles (de descanso) y sus mujeres en la Cata del Vino. / A. J. GONZÁLEZ

Pero no solo de políticos bebe la cata. El contenido humano real de este espacio se da en los encuentros familiares, de amigos y compañeros. Este miércoles es habitual encontrar, por ejemplo, grupos de policías y guardias civiles, que descansan entre semana para reforzar las plantillas de cara al jueves, viernes y sábado. Es el caso de Fran y su grupo de "picoletos", a quienes se ha visto departir junto a sus mujeres en torno a una copita de vino. "Nosotros somos usuarios de día, y a esta hora, con el calor que hace, lo que nos apetece es un vino joven fresquito", explican sinceros. Integrantes de la Comandancia de Tráfico, saben bien que no se puede conducir después de beber, por eso van andando o en taxi. "En los controles, la gente te dice que se ha bebido solo dos cervezas y ha dado positivo, pero eso no es cierto, con esa cantidad nadie da positivo, el que da es porque ha bebido bastante más".

Pasadas las dos, el ruedo de la plaza de toros superaba ampliamente la media entrada mientras seguía llegando público recién salido de trabajar. "He quedado aquí con unos amigos para tomar una copa antes de ir a recoger a mi hija", explicaba un joven en la puerta de la plaza tras colgar el teléfono. ¿Profesión? "Policía Local, como aquellos compañeros del fondo, por eso mi paso por aquí es fugaz, hoy estoy de descanso y mañana estaré como ellos".

La Cata del Vino no ha hecho más que empezar. Tras el cierre de por la tarde, reabrirá a las 21 horas. Para acceder, será obligatorio tener entrada. Una vez dentro, no habrá problema para recargar los tickets. Hasta la 1 de la mañana, habrá tiempo de brindar, bailar y brindar otra vez. Aún queda mucha cata por delante.

Alfonso García Ferrer, nuevo miembro de la Cofradía de la Viña y del Vino de Montilla

En el marco de la 38 Cata del Vino Montilla Moriles, la Cofradía de la Viña y del Vino de Montilla ha nombrado a Alfonso García Ferrer como miembro de dicha institución. Tras las palabras de bienvenida del presidente del Consejo Regulador, el cofrade Pajuela actuó de maestro de ceremonias dandopaso a la apertura del Gran Capítulo del Gran Maestre o Comendador.

Por su parte, Rosa Gallardo, Preceptora Cellarium, presentó al candidato García Ferrer y describió la “trayectoria de Alfonso y el vínculo que le une a Montilla Moriles, su gente y sus vinos”. Posteriormente se procedió a la votación del Gran Capítulo y a la investidura del nuevo preceptor, García Ferrer, por parte del cofrade Trujal. Para finalizar, tomó la palabra Alfonso García Ferrer, que mostró su agradecimiento a los cofrades que le han dado el respaldo y reiteró su compromiso con la defensa de las bondades que el consumo de los vinos de Montilla Moriles tiene.

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