El Alcázar estrenará su recuperada puerta almohade y nueva entrada en un mes

El Ayuntamiento de Córdoba ha concluido las obras que realizaba en el Alcázar en el llamado patio de las Mujeres y que permitirán entrar al monumento desde la puerta sur, la más cercana al río Guadalquivir, por la avenida del Alcázar. Se recupera de este modo la que fue la entrada natural e histórica al edificio hasta la remodelación de mediados del siglo XX, efectuada bajo el mandato de Antonio Cruz Conde, cuando se trasladó el acceso a la puerta norte, junto a Caballerizas. La actuación --que aglutinó en este mandato varios proyectos que coleaban de la anterior Corporación-- ha sido ejecutada por la empresa Serrot Construcciones por un importe de 560.000 euros.

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha inaugurado esta mañana el nuevo acceso que se pondrá en funcionamiento dentro de un mes, según los cálculos municipales. La entrada es completamente accesible y en rampa (el proyecto en el que se ha trabajado ha aumentado la accesibilidad del edificio en un 99%) e incluye nuevas taquillas y unas vallas de metacrilato que rodean los restos arqueológicos que hay en ese patio y que, en palabras del jefe de Arqueología de la Gerencia de Urbanismo, Juan Murillo, "cuentan la historia del edificio desde que esta zona era el puerto fluvial". Para el arqueólogo, gracias a esta actuación se recupera un edificio que es "la joya de la corona del patrimonio municipal". 

Las obras han permitido descubrir la existencia de un antiguo palacio almohade anterior, por tanto, al Alcázar de los Reyes Cristianos. La presencia física más elocuente de aquel palacio es hoy la puerta que se ha inaugurado que por la parte exterior (la que da al río) es una construcción de estilo barroco, pero en su cara interior (la que da al patio de las Mujeres) ha recuperado su esencia almohade.

Hallan restos de un antiguo palacio almohade en las obras del Alcázar de los Reyes de Cristianos

Un Alcázar andalusí

Los importantes hallazgos históricos han tenido como base el estudio del catedrático de Arqueología  de la Universidad de Córdoba Alberto León, que ha investigado durante más de 20 años el origen almohade del Alcázar, allá por el siglo XII. "El Alcázar es en realidad la construcción muro por muro del palacio almohade", ha explicado el catedrático para quien lo más importante es que los nuevos elementos, como la puerta almohade, permitirán saber al visitante que está en un edificio de origen islámico. Los cordobeses, por su parte, deberán ir reseteando la idea del Alcázar como un inmueble asociado solo a la estancia de los Reyes Católicos --tiene, de hecho, casi mil años más de historia-- o la Inquisición, porque es en realidad un conjunto "mucho más complejo".

El catedrático defiende, también, la necesidad de llevar a cabo estudios previos a la restauración de edificios históricos, asegura que la actuación que se ha llevado a cabo puede ser "un modelo" para futuras intervenciones y anima al Ayuntamiento de Córdoba a seguir avanzando junto a la UCO en la investigación de "un conjunto mucho más grande que fue el Alcázar andalusí".  

Una obra con mucha dificultad

Carmen Chacón, arquitecta del Servicio de Proyectos de la Gerencia de Urbanismo, ha dado fe de la dificultad de la obra de restauración llevada a cabo, que se ha basado en tres aspectos: un análisis histórico, una investigación del monumento a nivel patológico y de paramentos y un diagnóstico. "El proceso de la obra ha sido muy lento porque hemos tenido que ir interpretando los hallazgos", ha explicado. Chacón ha descrito el trabajo laborioso para encontrar la puerta, que estaba enmascarada con construcciones posteriores y vigas y en muy mal estado y como se ha dicho antes pegada a la puerta barroca (entre ellas hay solo una pequeña camareta), y cómo se ha optado por recuperar la forma del arco pero sin imitar la dovelas, de forma muy respetuosa.