PRESENTACIÓN DEL INFORME

Anuario Económico de Córdoba 2022: un informe sobre la factura de desigualdad que dejó la guerra

Expertos analizan el impacto de la invasión de Ucrania en la economía postcovid | La publicación se entregará este viernes junto al periódico al precio de un euro

El Anuario Económico de Córdoba 2022.

El Anuario Económico de Córdoba 2022. / CÓRDOBA

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Los desequilibrios económicos, urbanísticos y el acceso a los servicios públicos en Córdoba son este año el hilo conductor del análisis de la realidad económica de la provincia que presenta Diario CÓRDOBA en la décimo cuarta edición de su Anuario Económico, patrocinada por Diputación y Caja Rural. Si hace un año por estas fechas, esta misma publicación apuntaba al potencial anticrisis de Córdoba como antídoto contra los efectos de la pandemia de coronavirus, en un momento en el que la palabra recuperación y el optimismo eran claves, la situación ahora es mucho menos halagüeña.

La crisis del covid, lejos de superarse, se agravó en 2022 con la guerra en Europa, que ha venido a aumentar las grietas y desigualdades que se habían abierto en la crisis inmediatamente anterior. Este documento, respaldado por analistas y expertos en economía, viene a arrojar luz y analizar las cuestiones determinantes que permitan conocer las fortalezas y debilidades de la provincia en una encrucijada como la actual, y mirar hacia el futuro con el mayor número de certezas. 

El Anuario Económico de Córdoba 2022, compuesto por 136 páginas elaboradas en coordinación con la Universidad Loyola Andalucía, ha contado con el profesor Pedro Caldentey, que ha dado relevo a Pedro Pablo Pérez en esta tarea, junto a un grupo de periodistas y economistas como María José Vázquez, Melania Salazar, Araceli de los Ríos, Carmen López, Pilar Campoy, Antonio Sianes, Ana Hernández, Genoveva Millán, Luis Amador, Belén Gutiérrez y María del Pino, entre otras.

El documento que se entrega este viernes al precio de un euro con el ejemplar de Diario CÓRDOBA, estrena diseño y tamaño. Tal y como expuso en la presentación el jefe de Economía del periódico, Francisco Expósito, el informe «se ha estructurado en cuatro bloques que señalan las claves de la economía en las distintas escalas territoriales, la coyuntura de los sectores económicos, la evolución que han seguido más de 60 empresas y los proyectos emprendidos por doce firmas emergentes». El último bloque está dedicado al análisis de las desigualdades de la economía en sus distintos aspectos. 

El estudio presentado dibuja una panorámica de la coyuntura económica generada tras la invasión en Ucrania, un conflicto que no dejó tiempo a la economía para estabilizarse y que obligó a las empresas y a las familias cordobesas a redireccionar sus prioridades. La guerra atacó a la yugular del tejido productivo y a los hogares de la provincia, al disparar los precios de elementos básicos como la electricidad, los combustibles y la cesta de la compra, además de incrementar los tipos de interés y con ellos las hipotecas. Junto a estos elementos, el informe estudia el impacto de la reforma laboral, la situación de los autónomos, el récord histórico de exportaciones, la evolución favorable de la cifra de parados y la reactivación de la inversión en obra pública y venta inmobiliaria.

El tercer capítulo se detiene en la evolución de las principales empresas de la provincia, afectadas por el incremento de los costes de las materias primas y por la meteorología adversa, en el caso de la agricultura, en un año de sequía. El resultado, fue el cierre de muchas empresas. Según los datos recogidos en diciembre de 2022, 1.033 menos que el año anterior.

Como contrapeso, la publicación refleja también la irrupción de doce firmas emergentes que prometen contribuir al desarrollo de la provincia. En el bloque final, los expertos profundizan en los desequilibrios de la economía cordobesa, que van desde la desigual distribución de la renta por municipios y por barrios, a la brecha en el acceso a servicios básicos como la sanidad, la atención a la dependencia, y los servicios financieros o los problemas derivados de las altas tasas de paro y precariedad laboral.