INFRAESTRUCTURAS

Sistema de recogida neumática de basura: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

El Ayuntamiento de Córdoba no recurrirá la sentencia del TSJA que tumba el plan urbanístico para la puesta en marcha del proyecto | Se estima que hay 8.000 familias afectadas: es decir con buzones para los residuos pero que siguen usando los contenedores

Irina Marzo

Irina Marzo

El Ayuntamiento de Córdoba anunció ayer que no recurrirá la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que tumbó el sistema de recogida neumática de basura, y que desiste de seguir apostando por este proyecto que la ciudad comenzó a implantar en 2005. En marzo de aquel año se impulsó este sistema de recogida de residuos que elimina los contenedores y que permite depositar la basura en unos buzones situados en los mismos bloques de viviendas, que la llevan a través de un sistema de tuberías hasta una central de recogida.

Aquella idea inicial se modificó en marzo de 2007, cuando el Ayuntamiento de Córdoba estableció ya el plan que regula la recogida de basura y permite su implantación en la zona de expansión de la ciudad, que ya era la zona de Poniente. La alcaldesa de entonces era Rosa Aguilar, pero hoy 18 años y cuatro alcaldes después el sistema sigue sin ponerse en marcha.

El sistema se compone de tres centrales, que debía construir el Ayuntamiento; una red de transporte (las tuberías que conectan los puntos de vertido con esos núcleos), que han estado materializando las juntas de compensación al urbanizar los terrenos, y una red de vertido, la parte que se ejecuta en los edificios y las parcelas, donde los vecinos debían depositar su basura.

Desde aquella fecha hasta prácticamente abril del 2017, el proyecto durmió a nivel urbanístico y municipal el sueño de los justos (de hecho no se avanzó mucho en este sentido), pero los promotores de las nuevas viviendas siguieron incluyendo en sus proyectos y en sus presupuestos la instalación de los equipamientos para la neumática. Se han instalado buzones y tuberías en las zonas de Camino de Turruñuelos, San Rafael de la Albaida Norte; Huerta de Santa Isabel Este; el Cortijo del Cura; la zona de ampliación del Zoco (Poniente Sur); y el entorno de la Arruzafa (Ciudad Jardín de Poniente-1). 

Instalaciones para la recogida neumática de la basura en una de las urbanizaciones de Córdoba que cuentan con esta infraestructura.

Instalaciones para la recogida neumática de la basura en una de las urbanizaciones de Córdoba que cuentan con esta infraestructura. / A. J. GONZÁLEZ

Un impulso en 2017

En abril de 2017, siendo ya alcaldesa de la ciudad la socialista Isabel Ambrosio, la Gerencia de Urbanismo y la empresa municipal de basura, Sadeco, (en manos del socio de gobierno, Izquierda Unida) deciden retomar el sistema y anuncian para el 2020 la puesta en funcionamiento de la primera planta o central de recogida, que quieren que se ubica que en el parque de Turruñuelos. En julio del 2017, una delegación de vecinos de las zonas de Poniente y Noroeste de Córdoba capital, acompañados por técnicos municipales, conocieron de primera mano el sistema de recogida neumática de residuos urbanos que lleva funcionando con éxito en ciudades como Pamplona, Vitoria y Portugalete (Vizcaya).

La decisión de impulsar el proyecto es definitiva y el entonces delegado de Urbanismo, Pedro García emite una instrucción para la implantación del sistema (que es la que posteriormente tumba el TSJA) y una resolución en 2018 en este mismo sentido. Sadeco saca a concurso la redacción del proyecto de la primera central que iría soterrada en la zona verde de Turruñuelos, y su conexión con la red de transporte.

Por contra, algunos vecinos empiezan a ponerse en marcha para oponerse a la construcción de dicha central en un equipamiento verde y cerca de sus viviendas, y recurren la decisión a los juzgados. En junio del 2019 es el consejo de distrito de Poniente también se opone a que se ocupe un solar de equipamiento social con una central de basura.

Para esa fecha, el Ayuntamiento ya sabe que la central costará nada menos que 10 millones de euros, pero las elecciones municipales dejan en pausa el proyecto y el nuevo equipo de gobierno advierte que tiene que estudiar qué hacer con él.

El primer fallo judicial

Mientras se formaliza el cambio en Capitulares y José María Bellido toma el timón de la nave, llega la primera decisión de los juzgados. Es septiembre del 2019, cuando se conoce el fallo del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 4 de Córdoba, que da la razón en primera instancia a la GMU frente a la demanda presentada por los propietarios de la junta de compensación del plan parcial O-5 Camino de Turruñuelos, representados por el abogado cordobés Cecilio Valverde. Los vecinos, descontentos con el fallo, lo recurren ante el TSJA.

En los siguientes meses, el tema parece haber caído en el olvido hasta que el entonces presidente de Sadeco, David Dorado, habla de no dejar caer en saco roto todo lo hecho hasta ahora y se abre a financiar con fondos europeos parte del proyecto. Sin embargo, el tema queda en el ámbito de las declaraciones políticas.

Más de 8.000 familias afectadas

En 2021 Sadeco hizo balance de lo construido hasta la fecha: 74 promociones de viviendas disponían entonces del sistema, con 114 puntos de vertido, 319 buzones y 109 cuartos de contenedores. Se estimaba que ya se habían instalado casi 16 kilómetros de tubería que darían servicio a más de 14.500 viviendas y establecimientos y que el coste hasta ese momento había sido de 20,3 millones de euros. Aquel mismo año, siguieron aprobándose proyecto e instalándose buzones, por lo que en 2023 la cifra de familias afectadas se eleva ya a 8.000, propietarias de viviendas que ya han abonado la ejecución de las instalaciones en sus edificios. También perjudica a 6.000 inmuebles que se desarrollarán en las zonas de expansión incluidas en el sistema y que se encuentran urbanizadas.

El 30 de noviembre del 2022, el TSJA declaró nulo el plan y la orden de Urbanismo que planeaba soterrar una de las tres centrales de recogida de basura en el parque de Turruñuelos, tras el recurso de apelación interpuesto por la junta de compensación del Plan Parcial 0-5. Ahora, el Ayuntamiento que ha decidido no recurrir ese fallo y dar carpetazo al sistema, debe plantearse qué hacer con lo ya construido, una auténtica patata caliente cuya solución quieren que pase por “un acuerdo de ciudad”.

Suscríbete para seguir leyendo