¿Dónde llevar el dinero ahorrado?

Cuando los ingresos exceden los gastos y se genera ahorro, lo habitual es destinar el dinero a productos que generan rentabilidad, pero ¿cuáles son los instrumentos idóneos en estos momentos? Cajasur, Caja Rural del Sur y Caixabank exponen sus recomendaciones para los inversores, entre las que sobresalen los fondos de inversión y los planes de pensiones.

Fuentes de Cajasur afirman que «así como recurrimos a profesionales en busca de asesoramiento cuando necesitamos un préstamo», esta entidad recomienda hacerlo también cuando se trata de ahorrar o invertir, porque «es importante establecer las necesidades de cada persona y el plazo estimado para que queden cubiertas».

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Junto a esto, recuerdan que «si bien tranquiliza asignar cierta cantidad a imprevistos y gastos a corto plazo, se deben considerar otras necesidades como la jubilación y la posible pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación», por lo que «puede ser conveniente dar el paso de invertir en productos financieros que nos ayuden a mantener nuestro nivel de vida». Esta entidad señala que la gestión de carteras delegadas «es la alternativa que aporta mayor valor» a sus clientes, «ajustando siempre cada producto al perfil de riesgo de cada persona y a sus preferencias de sostenibilidad», y recuerda que «la inversión en los mercados financieros está sujeta a determinados riesgos». Cajasur explica que la mayoría de sus clientes «se corresponde con el perfil de inversión de la denominada Cartera Evolución, compuesta por diferentes productos con un riesgo equilibrado y unos rangos de renta variable que se sitúan entre el 20% y el 40%».

De su parte, Caja Rural del Sur informa de que cuenta con 53 tipos de fondos de inversión, «con un patrimonio gestionado de más de 6.000 millones de euros y 301.949 partícipes». Esta entidad ofrece, asimismo, planes de pensiones «destinados a constituir un capital que complemente la jubilación» y recuerda que «las aportaciones individuales realizadas a lo largo del año tienen un tope fiscal y financiero de 1.500 euros». Sobre estos planes, también detalla que «la fiscalidad de las aportaciones es la más beneficiosa de todos los productos de ahorro, inversión y previsión. Reduce el tipo impositivo del IRPF, por lo que afecta a la totalidad de la declaración».

Las previsiones

En último lugar, fuentes de Caixabank avanzan, en referencia a las expectativas para 2023, que «para los primeros meses esperamos unos mercados financieros volátiles debido a las dudas sobre el crecimiento y la intensidad de la desaceleración económica; el mantenimiento de unos datos de inflación en niveles elevados, aunque en proceso de moderación; y unos bancos centrales con un objetivo claro de control de la inflación». No obstante, indican que «en la medida que la situación económica y empresarial no se debilite en exceso, los mercados financieros podrían ofrecer un comportamiento más sereno en el segundo semestre».

Entre otras ideas, desde Caixabank detallan que «la formación de las carteras diferirá sensiblemente en función del perfil de riesgo de los clientes» y precisan que para aquellos con un perfil de bajo riesgo, «se considerarán inversiones de renta fija a corto plazo en deuda pública. Las inversiones óptimas se podrían realizar a través de fondos de inversión y pensiones con políticas conservadoras», añaden. En la renta variable, apuntan a «niveles de inversión muy prudentes, en empresas de calidad y con mayor estabilidad y visibilidad en resultados».

Para los clientes con un perfil de riesgo medio, entiende que «se podrían considerar inversiones de renta fija pública y privada en alta calidad crediticia, y duraciones moderadas». En renta variable, las mismas fuentes indican que «iniciaríamos el año con un nivel de inversión prudente, con una cartera de acciones o fondos todavía con cierto sesgo de calidad y estabilidad en resultados».

En cuanto al perfil de riesgo más alto, en renta fija «seguiríamos focalizados en duraciones moderadas y en los plazos cortos de la curva, añadiendo algunas posiciones a bonos bancarios de diferente grado de prelación o bonos corporativos de una gama más amplia de rating y a plazos algo más largos, que aumentan la rentabilidad media de la cartera», detallan. En renta variable, «podrían asumir un peso superior de bolsa, al que se podrían incorporar otras inversiones temáticas como empresas de calidad en tecnología, infraestructuras, sector financiero y salud o mercados emergentes», destacan.

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