Córdoba vuelve a vivir en la calle la primera cita de la Navidad

La primera gran cita de estas fiestas, Nochebuena y Navidad, ha vuelto a vivirse en Córdoba con la misma intensidad de antes de que la pandemia acabara con las reuniones familiares, de vecinos y amigos, que tradicionalmente han salido a la calle a compartir buenos deseos y unos cuantos villancicos antes de la cena en familia, una celebración que se ha extendido al día de Navidad, habitualmente más tranquilo, ya que este lunes es fiesta y permitirá vivir la resaca antes de la vuelta al trabajo.

Dos factores han hecho que este primer encuentro navideño sea completamente distinto al de los dos años anteriores, en los que se retrajo la salida callejera por el covid y su repunte, además de por la presencia de la lluvia, un paisaje que este año se ha cambiado por una sensación de más seguridad frente a la pandemia y un sol radiante que ha llevado a muchos a sentir su calor, por ejemplo, en el Puente Romano, obligando, con gusto, a desprenderse de los abrigos.

Córdoba se echa a la calle en una espléndida 'Tardebuena'

Los cordobeses se han levantado tarde este día de Navidad, que ha amanecido con una intensa niebla que poco a poco ha dado paso a un día luminoso –“mañanitas de niebla, tardecitas de pasión”, dice el refrán- que ha vuelto a atraer a la calle a numerosos grupos de familiares y amigos y, sobre todo, niños que acarreaban los juguetes nuevos que han recibido de Papa Noel, una costumbre cada vez más afianzada y que supone un adelanto de lo que recibirán de  los Reyes Magos.

Las calles más céntricas de la ciudad han vuelto a ser el principal escenario de la fiesta, que, en torno al mediodía, el coro Amigos de Ramón Medina ha llenado de ritmo y espíritu navideño con un repertorio de villancicos populares, mientras que por la tarde a los más pequeños les espera en San Hipólito la narración de un nuevo cuento, esta vez titulado El narrador, a cargo de Antonio Lara e Isabel Martín.

Más comidas familiares

Desde por la mañana, los niños han llenado el Bulevar del Gran Capitán deseosos de vivir aventuras en los cacharritos instalados en el recinto, para los que hubo que guardar cola en algunos momentos. Las calles adyacentes al centro neurálgico de la ciudad se han ido poblando poco a poco hasta llegar a La Judería, que este día de Navidad no se ha librado de su habitual trasiego de turistas, muchos de ellos familiares de cordobeses con los que han venido a compartir el pavo de Nochebuena. “Esta visita hay que aprovecharla, no se puede venir a Córdoba sin hacer el recorrido por estas maravillosas callejuelas que desembocan en el espectacular monumento de la Mezquita”, señalaba la portavoz de un familia madrileña, que, gracias al día festivo de mañana, podrá alargar su visita a la ciudad y la estancia con sus seres queridos.

La plaza de la Corredera, que, como otros rincones de la ciudad a primera hora de la mañana mostraba los restos de la Tardebuena, ha vuelto a convertirse este día de Navidad en centro de reunión. Sus veladores al sol han sido el gran reclamo de cordobeses y visitantes, que también se han desplegado por el Paseo de la Ribera y sus establecimientos, llenos una vez más de grupos para compartir otra de las citas estrella de estas fiestas, la comida de Navidad con quienes no se pudo cenar en Nochebuena.

Eso sí, sin grandes excesos en el menú “porque las cosas no están para el derroche”, decía Francisco, un abuelo cordobés que ha reunido a hijos y nietos en un restaurante, “ya que anoche se juntaron con sus familias políticas”. Y es que la costumbre de compartir estas fechas entre familia, amigos y compañeros hace inevitable una agenda sin fisuras.

Escenarios de la fiesta

Y todo esto después de una tarde de Nochebuena que recuperó el ambiente habitual de este día en prácticamente todos los barrios de la ciudad, entre ellos la Avenida de Barcelona y sus alrededores, que volvieron a convertirse, como antaño, en uno de los grandes escenarios de la fiesta. Otro gran epicentro festivo ha sido este año el cine de verano Fuenseca, donde se vivió una novedosa Tardebuena que no quisieron perderse representantes del Ayuntamiento como las concejalas de Cultura y Juventud, Marián Aguilar y Cintia Bustos, o el director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Juan José Primo Jurado.

Por otro lado, durante la mañana de Nochebuena multitud de transeúntes ataviados con bolsas invadieron las zonas más comerciales de la ciudad en busca del último regalo o el traje de fiesta que lucirán en Nochevieja, que también pinta mucho mejor que la del pasado año.

Quien aún no se haya hecho a la idea de la llegada de la Navidad, no ha tenido nada más que salir a pie de calle para palpar el ambiente que se respira. Y esto acaba de empezar, el próximo fin de semana serán protagonistas las uvas y las lentejuelas, sin olvidar la fiesta callejera anterior.

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