El mejor regalo para Expomiel en su 25 aniversario parece el repunte que, según la Diputación de Córdoba y los propios expositores, ha experimentado respecto a los dos últimos años, marcados por la pandemia de coronavirus en gran parte. La feria de la apicultura cordobesa se puso en marcha, un año más, el pasado viernes y, desde entonces, miles de personas se han entregado al descubrimiento de un producto de la tierra como la miel. A lo largo del fin de semana, se ha registrado la entrada de unos 12.000 visitantes, según la Diputación, que se han acercado a los 23 expositores del sector que hay repartidos en el Palacio de la Merced.
Entre los apicultores que han llevado sus productos hay una sensación compartida de mejoría en cuanto a la feria. "Después de la pandemia parece que nos hemos recuperado un poquito", comenta Ángel, de Mielsico. Una sensación que, si bien es positiva, no supone lanzar las campanas al vuelo. Manuel Oliva, de Apioliva (Palma del Río) coincide en que "el año pasado hubo menos" y para Nuria Páez, de Miel Serranía de Córdoba, "afluencia ha habido bastante". Teniendo en cuenta que, para ella, resulta un estreno, considera que es "una experiencia muy gratificante". "He aprendido mucho", afirma con vehemencia. Y, por eso, espera repetir en la próxima edición.
El delegado de Medio Natural y Carreteras de la Diputación Provincial, Francisco Palomares, apunta a que "ha mejorado muchísimo" porque "la gente se ha volcado mucho". El diputado considera, incluso, que se han superado las expectativas. Y ha destacado, entre otras cosas, el interés generado por las jornadas técnicas, donde se analizó el sábado, a través de cuatro conferencias, la situación actual del sector y las principales y más acuciantes problemáticas, como la aparición de especies invasoras.
Este año, además, como novedad se ha incluido una decena de stands de utensilios, herramientas y maquinaria apícola. Por eso, Palomares señala que, si ya es importante contar con una muestra de las mejores mieles de la provincia, con esta ampliación de la oferta la feria "va a tener, seguro, mucha más aceptación". A los 23 expositores, de los que 13 son de productos elaborados con miel, hay que sumar 11 puestos correspondientes a varios ayuntamientos de la provincia.
Años buenos y años malos
En la feria de apicultores de Córdoba, la palabra 'sequía' invade algunas conversaciones y toma protagonista entre mieles. No es de extrañar, pues resulta una de las principales preocupaciones de un sector que ha visto mermada la producción de esta campaña. Ángel explica que, en Mielsico, por ejemplo, han tenido que hacer frente a "muchas bajas de colmenas" durante un verano "fatal". "Hemos tenido cuatro meses sin bajar de 40 grados y los animales lo sufren...", lamenta.
Sin embargo, este apicultor cordobés se aleja del catastrofismo y opta por hallar soluciones. Ahora solo queda "esperar a que el tiempo mejore" y "repoblar en febrero" las colmenas afectadas. Dentro del problema mencionado, reconoce que "cosechas ha habido" y "de precio ha ido bien". Y concluye que, como en todo, "hay años buenos y años malos".
No menos grave ha sido, para Francisco Palomares, la guerra de Ucrania y su derivado incremento de los costes de producción. Un problema que se ha unido a los "incendios forestales", las "pocas precipitaciones" y el "calor intenso". En definitiva, "un año malo para las abejas" y para quienes se dedican a extraer de ellas un tesoro como la miel. Todas estas razones añaden, en opinión del delegado, valor a una feria que se convierte en una oportunidad de acabar con buena cara el año para los apicultores.
