EL ESTUDIO CONSTATA LA EXISTENCIA DE UN ENTERRAMIENTO DE POSGUERRA CON 900 VÍCTIMAS

Las exhumaciones en Córdoba se ampliarán a la fosa del cementerio de San Rafael

Las conclusiones del sondeo de Arazandi aconsejan incluirlas en las actuaciones previstas en la Salud | Se proponen sondeos en las zonas de paso entre San Teodoro y San Pío, y en el cuadro de Santa Amalia

Trabajos previos en el llamado cementerio civil del cementerio de San Rafael.

Trabajos previos en el llamado cementerio civil del cementerio de San Rafael. / A.J. GONZÁLEZ

Irina Marzo

Irina Marzo

El teniente de alcalde delegado de Infraestructuras, Antonio Álvarez, avanza que las exhumaciones que se llevarán a cabo en Córdoba incluirán trabajos en las fosas del cementerio de San Rafael y no solo en las del cementerio de la Salud. La Sociedad de Estudios Aranzadi ha hecho ya entrega al Ayuntamiento de Córdoba del informe final de intervención relativo a los estudios previos en la fosa de víctimas del cementerio de San Rafael que, como se ha ido apuntando desde hace unos días, constatan la existencia de una gran fosa común posterior a 1937 en una zona actualmente ajardinada y conocida como cementerio civil. La estimación es que albergue restos de unas 900 personas. 

Ésta era la segunda vez que se realizaban sondeos en el cementerio de San Rafael, ya que en 2020 también se hicieron pero sin que se constatara la existencia de fosas por lo que hasta ahora la intervención en el cementerio más moderno era aún una incógnita. Durante este mes de septiembre se han realizado tres sondeos basándose en estudios previos que ya apuntaban la posibilidad de que hubiera víctimas enterradas allí entre 1939 y 1944. Las catas han constatado los indicios con la aparición de 13 cuerpos, 8 con signos claros de muerte violenta, que ponen de manifiesto la existencia de una gran fosa en ese lugar que podría albergar restos de 900 víctimas. 

Trabajos previos en el llamado cementerio civil en San Rafael.

Trabajos previos en el llamado cementerio civil en San Rafael. / A.J. GONZÁLEZ

A la luz de estos datos (financiado por la Federación Española de Municipios y Provincias, FEMP), Antonio Álvarez informó ayer a este medio de que las conclusiones de ese trabajo, les llevarán, por un lado, «a seguir investigando en esa zona del cementerio de San Rafael» y, por otro lado, «a que forme parte de los futuros trabajos de exhumación que se llevarán a cabo en el cementerio de la Salud, una vez que allí también se constata la existencia de una fosa importante» de víctimas.

Propuesta de Aranzadi

En el informe de la Sociedad de Estudios Arazandi, firmado por la historiadora Carmen Jiménez como representante del equipo investigador, se propone profundizar en el estudio de los fondos documentales para establecer usos y cronología de los espacios de inhumación colectiva, así como cifras, perfiles y grupos colectivos, dada la cifra tan alta de represaliados (860 entre 1939-1944, en el cementerio de San Rafael).

Por otro lado, las pruebas documentales constatan la existencia de dos espacios en uso de forma simultánea como fosa común en los primeros años de los 40, que albergarían grupos colectivos de población represaliada, por lo que proponen la elaboración de sendos sondeos en las zonas de paso entre San Teodoro y San Pío, así como en el cuadro de Santa Amalia, siendo técnicamente viables ambas intervenciones.  

Asimismo, piden definir la cota de localización de las grandes fosas en una superficie más amplia, lo que permitiría diseñar con mayor precisión el uso de medios mecánicos en una futura exhumación. Por último, se pide intervenir en los espacios de fosas, considerando la necesidad de diferenciar depósitos de víctimas y enterramientos no vinculados a episodios violentos.

Conclusiones del estudio

En sus conclusiones, el equipo de investigadores afirma que como consecuencia de los trabajos llevados a cabo en este cementerio de San Rafael, «hemos localizado una fosa común posterior a 1937, pero no anterior. La documentación y el registro arqueológico coinciden en la ubicación y localización de una fosa de posguerra con enterramientos normalizados y población represaliada».

El trabajo realizado evidencia, dice el estudio en sus conclusiones, la existencia de una fosa común que puede ocupar todo el cuadro de la zona ajardinada (cementerio civil). Bajo el nivel superior colectivo se encuentra un segundo nivel de fosa, intacto, con inhumaciones colectivas siguiendo la misma mecánica del nivel superior.

En estos sondeos se han querido abordar las cifras, el tipo de represión, la posible ubicación de las fosas y la cronología de las mismas. También se ha intentado aclarar el paradero de las víctimas aportando indicios, pruebas documentales irrefutables. 

Trabajos previos en el llamado cementerio civil en San Rafael.

Trabajos previos en el llamado cementerio civil en San Rafael. / A.J. GONZÁLEZ

De igual modo, han localizado el lugar de enterramiento de casi 900 personas represaliadas e inhumadas en el cementerio de San Rafael entre 1939 y 1944, así como las distintas circunstancias por las que han pasado sus restos, hasta llegar a la situación en la que se encuentran hoy día. De ellos, más de 400 personas se entierran a partir de 1939 hasta 1944, de las que la mayor parte fueron a parar a una fosa común. Se han podido determinar, además, grupos colectivos de enterramiento tras ejecuciones múltiples, en varias tandas.

Además, las muertes en prisión suponen una cifra aún más elevada, contando con 458 personas fallecidas en las cárceles de Córdoba capital y en batallones de trabajadores, con un momento terrible en el año de 1941.

Por todo ello, el equipo investigador concluye que en el cementerio de San Rafael se documentan represaliados por aplicación del bando de guerra, consejos de guerra y muertos en prisión. A estos hay que sumar la figura de los desaparecidos (personas de las que no hay registro alguno de su muerte, que fueron represaliadas y que con suerte pueden contar con el testimonio oral).

Asimismo, Aranzadi constata la viabilidad de los trabajos futuros de localización, delimitación y exhumación de las fosas de la guerra civil en Córdoba, en concreto la localizada en la Zona 6 ajardinada, del cementerio de San Rafael. Por otro lado, confirman que el estado de conservación del repertorio óseo es adecuado y que predominan los individuos masculinos.

Licitación de los pliegos para las exhumaciones

En octubre está prevista una reunión de la comisión para las exhumaciones en Córdoba que permita aprobar la modificación de las partidas presupuestarias (estaban previstas para 2022 pero no se ha logrado iniciar la actuación este año y había que modificarlas para que no peligrasen las subvenciones) y ampliarlas al periodo de ejecución de los trabajos. En septiembre, la asociación Dejadnos Llorar organizó un acto para pedir al Ayuntamiento que imprimiese velocidad a esos cambios. 

El Ayuntamiento de Córdoba debe aún sacar a licitación los pliegos para la contratación de los trabajos de exhumación en los cementerios de La Salud y San Rafael. Estas actuaciones cuentan con financiación de todas las administraciones: Gobierno central, Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Córdoba y Diputación provincial que aportan a partes iguales 1,4 millones. El Consistorio cordobés ha sido el encargado de redactar los pliegos basándose en el modelo empleado en la exhumación de la fosa de Pico Reja en Sevilla. 

Igual que ha ocurrido ahora en el cementerio de San Rafael, Aranzadi confirmó en 2021 la existencia de una fosa común en uso durante el año 1936 en el cementerio de La Salud y constató, a nivel documental, el uso de dicha fosa como lugar de inhumación de víctimas en los primeros meses de la Guerra Civil (entre verano y otoño). La estimación es que estén allí enterradas un millar de víctimas. La ubicación de la fosa se confirmó en el conocido actualmente como cuadro Virgen de los Dolores.

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