Representantes del Consejo del Movimiento Ciudadano de Córdoba han pedido al Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, la mediación con las administraciones competentes para que se busque salida algunos de los asuntos que preocupan al colectivo vecinal cordobés. El primero estos asuntos es de buscar soluciones para aquellas urbanizaciones que se quedan fuera del amparo de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio Andaluz (Lista).
El presidente del Consejo, Juan Andrés de Gracia, ha indicado que hay zonas que con esta Ley quedan un limbo legal al que hay que buscar solución, como es el caso de Fontanar de Quintos o el entorno de Medina Azahara. Por ello, indica, «necesitamos que el Defensor interceda ante la falta de respuesta de las administraciones». En concreto se reclama respuesta a los escritos enviados para dejar claro si hay solución alternativa.
Otro de los problemas para los que se reclama ayuda al Defensor del Pueblo Andaluz es de algunas zonas que están calificadas como Entidad Urbanística de Conservación, lo que significa que durante los primeros años el cuidado del espacio es de los residentes, pero transcurrido un tiempo, el mantenimiento de los espacios públicos debe ser asumido por el Ayuntamiento, lo que no se ha producido todavía en algunos casos, como es Paraíso Arenal o Santa Ana de la Albaida, que llevan entre 15 y 20 años construidas y aún siguen con la misma catalogación.
También reclama el Consejo Ciudadano una solución para aquellas zonas que hace unos 25 años fueron consideradas como de especial protección, porque se pensaba que pasarían a ser agrícolas y sin embargo ahora han quedado fuera también del amparo de la citada Lista. Por ello, explica Juan Andrés de Gracia, es necesario que se revise la calificación de estas zonas, para poder adecuarlas a la situación actual.
En lo que se refiere a la Sierra, que presenta una compleja situación, desde el Consejo Ciudadano se reclama que por parte de la Delegación de Medio Ambiente se busque una salida al problema del abastecimiento de agua, pues algunas de estas parcelaciones se tienen que abastecer con pozos u otro tipo de acuíferos, lo que pone en peligro los arroyos y el propio ecosistema natural de la Sierra de Córdoba.
A juicio de De Gracia, el balance de la reunión fue muy positivo y que el Defensor se mostró muy receptivo. De Gracia señala que se van a establecer nueve campos de trabajo sobre los que ir avanzando de manera colectiva y no con cada parcelación por individual, para conseguir mejores resultados.
