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SALUD

Las Jada Pinkett de Córdoba: mujeres que afrontan la enfermedad de la alopecia areata

En el hospital Reina Sofía se trata este problema, patología que sufre la mujer de Will Smith | Carmen, que tiene esta dolencia, ha mejorado con un ensayo clínico | Caridad y Rebeca sufrieron pérdida de pelo por el cáncer

Alopecia femenina: las Jada Pinkett de Córdoba

Alopecia femenina: las Jada Pinkett de Córdoba

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Alopecia femenina: las Jada Pinkett de Córdoba M.J. Raya

María Carmen García fue diagnosticada hace más de 5 años de alopecia areata, la enfermedad que sufre Jada Pinkett, la mujer del actor Will Smith. La patología seguramente no sería tan conocida ahora si no fuera porque Will Smith le propinó un tortazo a Chris Rock, el presentador de los últimos Oscar, después de que Rock hiciera una broma sobre la falta de pelo de Jada.

A Carmen se le empezó primero a caer el pelo a rodales, pero finalmente lo perdió en toda la cabeza, en las cejas, pestañas, en el cuerpo entero. En su caso se desconoce el origen de la alopecia areata que sufre, aunque en principio pudo influir el estrés y la genética. Hasta que se le desencadenó esta enfermedad, esta cordobesa de 48 años solía llevar el pelo corto con tupé. «Tenía un peinado que iba mucho con mi personalidad, por lo que cuando empecé a perder el pelo, a tenerme que pintar las cejas, cuando me ponía la peluca, no me reconocía en el espejo. Me afectó muchísimo, a pesar de saber que de esto no voy a fallecer. Se ha criticado mucho a Will Smith por reaccionar cómo lo hizo, pero yo me sentí muy identificada con su mujer porque la gente me ha señalado por la calle y no está bien que nadie se ría de nadie por faltarle el pelo o o por tener otra enfermedad», expone.

María Carmen García, paciente del hospital Reina Sofía, que afronta una alopecia areta, la enfermedad de Jada Pinkett, la mujer de Will Smith. A.J. GONZÁLEZ

«Ha habido personas que me han regalado estampitas de la virgen porque pensaban que mi carencia de pelo era por padecer cáncer. A mí me daba apuro porque no tengo esa enfermedad y quiero dar mi apoyo a todos los que están afrontando ese duro proceso. Me recetaron varios tratamientos, corticoides; nanopore para estimular el crecimiento, y láser, pero nada me funcionaba. Lo último fueron los inmunosupresores, que parecía que me estaban haciendo efecto, pero esta medicación me estaba dañando los riñones y me la tuvieron que suspender», relata Carmen. 

Beneficiaria de un ensayo clínico

«A día de hoy estoy respondiendo bien a un ensayo clínico. Me ha empezado a salir el pelo y estoy recuperando mis pestañas. Estoy superagradecida al especialista en Dermatología del Reina Sofía Pablo Fernández-Crehuet y al hospital también por haber hallado un tratamiento que, por fin, me está ayudando, porque de momento cura para esta alopecia no hay», añade. 

Pablo Fernández-Crehuet explica que la alopecia es un motivo muy frecuente de consulta en Dermatología del Reina Sofía. Esta patología afecta a un 25% de mujeres y a un 50% de hombres. De todos los tipos de alopecia que existen, la androgénica (asociada a factores genéticos) es la más habitual. La sufren un 35% de mujeres en edad fértil (con un pico en la adolescencia por el inicio de la menstruación) y también la padecen la mitad de las féminas tras la menopausia (por la pérdida de estrógenos).

En el caso de los hombres, la alopecia androgénica afecta a un 40% de los hombres entre los 18 y los 39 años, y en un 95% de los mayores de 70 años, indica este experto.

Este dermatólogo destaca que la alopecia areata la sufren entre el 0,1% y 0,2% de las mujeres y que, junto con la alopecia frontal fibrosante y la androgénica, son las que más se atienden en el Reina Sofía. La alopecia areata es una reacción inmunológica que causa la pérdida del cabello en zonas pequeñas y redondeadas del cuero cabelludo, aunque también puede provocar la pérdida total del pelo. Debido a esta dolencia, el pelo se comienza a caer de forma abrupta, lo que causa gran impacto psicológico en la persona afectada. Existen casos leves y otros más graves, como la alopecia areata universal, que dependiendo del tiempo de evolución, puede ser reversible», apunta.  

Entre las causas de la alopecia están la genética, factores hormonales (como presentar ovario poliquístico), sufrir trastornos tiroideos o determinadas patologías autoinmunes (como el lupus), déficit de hierro, efectos secundarios de medicamentos o de tratamientos contra enfermedad oncológicas. Por su parte, «la alopecia se puede prevenir con adecuados hábitos, como son una dieta saludable, hidratación equilibrada y sin estrés, porque los champús no está demostrado que ayuden al crecimiento, pero sí existen ciertos fármacos con evidencia científica, indicados por dermatólogos, que pueden ayudar a frenar e incluso mejorar el cabello, resalta este doctor.

Caridad Diosdado fue una de las protagonistas de la exposición 'Calvas & Bellas'. RAFA SÁNCHEZ

Consecuencia de la quimioterapia

Otras personas que sufren pérdidas de pelo son determinados pacientes que sufren cáncer. Caridad Diosdado, de 59 años, que ha ejercido como enfermera 32 años, la mayor parte en el hospital de Pozoblanco, afronta un cáncer de mama desde 2020. A los 14 días de comenzar a recibir quimioterapia se le empezó a caer el pelo, aunque en la actualidad ya ha recuperado parte de su antigua melena. «Cuando vi que se me caía el pelo a manojos, avisé a mi peluquera y me rapé. Nunca me he puesto peluca. El doctor Juan de la Haba nos dice a las pacientes que cuando se nos cae el pelo se nos agrandan los ojos y es así. A pesar de los estereotipos de belleza que impone la sociedad no pasa nada por perder el pelo. Aceptarlo cuesta, pero lo primero y más valioso es la vida», destaca. Caridad es una de las protagonistas de la exposición Calvas & Bellas, una iniciativa impulsada por Juan de la Haba, con la ayuda de los hospitales San Juan de Dios y Reina Sofía para acabar con los complejos y el estigma social que pesa sobre los pacientes con cáncer que pierden el pelo. 

Rebeca Díaz ha tenido que afrontar la pérdida de cabello por un cáncer. A.J. GONZÁLEZ

Otra de las protagonistas de Calvas & Bellas es Rebeca Díaz, de 42 años, que también afronta un cáncer de mama desde 2019. «No temía tanto que se me cayera el pelo, pero sí los efectos de los tratamientos, que me dejaban postrada días en la cama. No he usado peluca, solo pañuelo. Sé que no estuvo bien que Will Smith pegara al presentador de los Oscar, pero nadie sabe cómo se pasa, porque la gente se te queda mirando por donde vas. Soy esteticista y, aunque no estoy trabajando ahora, siempre me gustaba llevar el pelo largo, cambiar de peinado, arreglarme mucho y cuando me dijeron que tenía cáncer no me lo podía creer», añade Rebeca, a la que le está brotando el pelo a la vez que afronta con fuerzas una enfermedad que le ha cambiado la vida.

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