El Ayuntamiento de Córdoba ha concluido la rehabilitación de la Puerta del Puente con una técnicas innovadoras que pretenden frenar la humedad por capilaridad que estaba afectando al monumento, al igual que los cambios térmicos que perjudican de manera desigual a la cara sur de la puerta (más sometida a las altas temperaturas) y a la cara norte (más reservada y de edificación posterior, cuando se decidió convertir la puente en un arco y se duplicó la cara sur, ya en el siglo XX). Esta actuación ha empleado la última tecnología para la conservación del patrimonio y ha sido una especie de laboratorio para la Gerencia Municipal de Urbanismo que ha decidido poner en marcha un equipo estable para velar por el buen estado del legado arquitectónico de la capital.
El monumento puerta de entrada a la zona Patrimonio de la Humanidad luce desde este jueves sin vallas de obra, al haberse concluido la intervención por parte de la constructora Antroju. La última vez que el Ayuntamiento actuó en este edificio construido en 1575 fue en 2007, cuando se empleó una técnica de reposición del mortero sujeto con acero y una malla de plástico que no ha funcionado.
El presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Salvador Fuentes, ha tildado de “maravillosa” la actuación y de “valiente” la apuesta municipal, y ha puesto en valor el trabajo de los técnicos y la colaboración de la Delegación de Casco Histórica, dirigida por María Luisa Gómez.
La empresa Construcciones Antroju SA ha sido la encargada de llevar a cabo esta obra que se inició a principios de julio del 2021, ha tenido un coste de 116.159 euros (salió a un precio de licitación de 119.999 euros) y un plazo de ejecución de algo más de 6 meses, ya que las obras se han concluido el 17 de febrero.
Humedad por capilaridad
Antes de la intervención, la Gerencia Municipal de Urbanismo estudió durante 6 meses la Puerta del Puente con sensores y sus técnicos decidieron actuar colocando una zanja drenante, que impide que la humedad llegue hasta la piedra, y se instaló una maquinaria par invertir la polaridad de las moléculas de agua, que en vez de subir a la superficie quedan así en el subsuelo. El jefe de la Oficina de Arqueología de la GMU, Juan F. Murillo, y la arquitecta del Servicio de Proyectos de la GMU, Rosa Lara, han sido los responsables de esta actuación que perseguía acabar con la humedad por capilaridad que asciende desde el río y que está afectando a la piedra caliza que lo conforma. Según ha explicado Lara hoy las primeras pruebas de laboratorio realizadas confirman que están funcionando bien las técnicas empleadas. “Hemos hecho todo lo posible para que el monumento se conserve durante mucho tiempo”.
Por su parte, Marina Ruiz, restauradora y miembro del equipo que ha intervenido en la Puerta del Puente, ha indicado que la actuación se ha caracterizado por la innovación tecnológica y la tradición constructiva, gracias a la cual el monumento ha recuperado “su dignidad” gracias a la carbonatagénesis bacteriana y las nanopartículas de hidróxido de cal.
Entre las novedades más interesantes que se han aplicado en esta restauración destaca el uso de Mysostone, un producto desarrollado por la Universidad de Granada y que se había empleado ya en la Alhambra. La piedra caliza usada en Córdoba en los edificios históricos es muy porosa por lo que los productos químicos contra la humedad no funcionan bien. Tampoco los derivados de la cal. El biostone agiliza los procesos químicos que llevan a cabo las colonias de bacterias (carbonatogénesis bacteriana) que habitan en la piedra segregando carbonato de calcio, que cristaliza ayudando a evitar la humedad y formando una cubierta natural de la piedra. Además se han retirado los morteros de anteriores intervenciones.
