El encanto de la artesanía en la Judería de Córdoba

"Somos parte de la cultura de la ciudad". Así resume Luisa García, de Cerámica Rakú, la esencia de los artesanos del centro histórico. Luisa es la presidenta de ACA (Asociación Cordobesa de Artesanía), una entidad creada en 1986 que aglutina a la mayoría de profesionales -15 talleres- con oficios tradicionales en la Judería. En concreto, locales dedicados a cerámica, cuero, papel, vidrio, joyería, imaginería y luthería. Entre todos adornan las calles del casco antiguo.

El Zoco Municipal, ubicado en la calle Judíos, es su centro de exhibiciones, que no de operaciones, porque los talleres en los que trabajan a diario se reparten entre el entorno de la Mezquita Catedral, La Ribera y la plaza de La Corredera. En el Zoco tienen su sede social y una tienda en la que exponen sus creaciones y que abre todos los días en un horario muy amplio (de 10 a 20 horas) para ofrecer las máximas facilidades a los visitantes. Otra tienda y lugar de exposición de artesanía con días y horarios similares es Baraka, en la calle Manríquez.

ACA propone Tallereando, una ruta por la artesanía cordobesa. Empieza por el escultor Blas Pérez y sus trabajos en pasta de papel. Son piezas originales en las que usa papel, pegamento y pintura, empleando pigmentos naturales y pintura al óleo para una mejor calidad pictórica. Sigue con los talleres de cerámica de Carmen Lucena, Elhumo y Rakú, donde todas sus piezas son únicas y de diversas series creativas, las cuales abarcan de lo funcional a lo decorativo, con figuras de todo tipo.

La joyería en esta zona de interés artesanal corre a cargo de Manuel y Ángel Cerezo, que desarrollan la platería califal. Son la cuarta generación de joyeros, son maestros artesanos y cuentan con la marca Joya Cordobesa. Su técnica es la filigrana califal siguiendo los métodos tradicionales de la joyería andalusí del siglo X, realizada en plata de 925 milésimas cubierta de oro blanco con cerámica vidriada para metales. Están inspiradas en la decoración de la Mezquita y de Medina Azahara.

El trabajo en cuero es cosa de Meryan, Arte sobre Piel y Cueros Ghadamés. Han logrado rescatar y conservar la tradición de los cueros de Córdoba a través de cordobanes y guadameciles, artesanía devaluada y casi desaparecida, procedente del Califato Omeya. Su variedad de productos y colecciones, inmensa, muestra su calidad en labrado del cuero y uso de técnicas: incisado, repujado, modelado, mosaico, coloración, gofrado, metalizado…

Y se completa la ruta con los talleres del imaginero González Jurado y el luthier Rodríguez Peña, cuyas disciplinas tienen público y mercado específicos a los que destinan sus auténticas y laboriosas obras de arte. Más detalles en este enlace o en sus webs propias.

Una labor continuada en el tiempo reconocida por todos

Esta intensa actividad manufacturera del casco histórico le ha valido su declaración, desde 2014, como Zona de Interés Artesanal (ZIA), siendo una de las cinco de la provincia de Córdoba y la única que cuenta con una mujer maestra artesana, la propia Luisa García. El resto (8) son maestros artesanos cordobeses.

Para tal distinción, la persona profesional debe desempeñar su oficio artesano durante al menos 15 años de manera ininterrumpida y que concurran en ella méritos como ser influyente potenciando su oficio, incidir en la mejora de los métodos tradicionales o de producción, transmitir su conocimiento o influir en la conservación del patrimonio y en el desarrollo económico con su actividad, entre otros. Luisa los cumple y, junto a ACA, se preocupan por divulgar, defender y promocionar los oficios artesanos.