Con el lema Nuestro futuro está en juego el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) quiere hacer un llamamiento a las familias para que no regalen ni juguetes sexistas ni violentos y que elijan otros que impulsen las capacidades de los más pequeños. El objetivo de esta campaña es romper estereotipos para vencer las desigualdades y discriminaciones de género y también poner freno a la violencia, sensibilizando, en este caso, a los adultos en la época de los regalos por excelencia.

La asesora del programa del IAM, Lourdes Arroyo, ha destacado, en la presentación de la campaña, la importancia de este asunto. "Las niñas y niños del presente, nos dicen alto y claro: Regaladnos juegos y juguetes no sexistas y no violentos. Nuestro futuro está en juego", subraya. En este sentido ha asegurado que menores no diferencian entre juguetes de niños y niñas y que los juegos no están fabricados para un género concreto, sino para todos. Es por ello que la campaña quiere mostrar que son los pequeños los que requieren a su entorno "tomar conciencia sobre la importancia de regalar juguetes que les ayuden a ser personas adultas libres de sexismo y de violencia", añade Arroyo. No en vano, apela a mantener estos principios coeducativos durante todo el año y que no se queda solo en un propósito navideño.

Esta 26 edición de la campaña cuenta con un vídeo, un cartel y un decálogo con consejos para la elección de los juegos y juguetes. Estos contenidos se difundirá a través de las redes sociales, los centros educativos y los medios de comunicación.

Una desigualdad palpable

La asesora del programa ha insistido en que uno de los sesgos de género más recurrente que se transmite a través del juego es el de la exclusión de las niñas del ámbito científico y tecnológico. Así, en un reciente informe del Instituto de estudios de género de Dinamarca para la firma LEGO se recoge que las familias encuestadas pensaban más en niños cuando se mencionaban profesiones como las ingenierías (89%). Otras que también asociaban al género masculino fueron ocupaciones como la de atleta o científico. En esta misma línea, el Consejo Audiovisual de Cataluña, en su estudio sobre la campaña de las pasadas Navidades, explica que a las niñas en el 74% de los vídeos se les proporcionan juguetes con los que pueden recrear el rol de la maternidad y de cuidado de personas o animales mediante un entorno de color rosa o de tonos pastel. Mientras tanto, a los niños en el 58% de los vídeos se les presentan juguetes que implican acción y espíritu competitivo

Arroyo ha incidido en que "si queremos frenar las desigualdades y discriminaciones de género aún existentes, como la brecha salarial, la feminización y precarización de determinadas profesiones, avanzar hacia una conciliación real, implicar a los hombres en los cuidados o erradicar las violencias machistas, hay que tener en cuenta todas las variables que inciden en estas brechas de género. Y, sin duda alguna, el juego y los juguetes son una de ellas".

"Jugar es una cosa muy seria. Es la base del aprendizaje y tiene importantes consecuencias en el desarrollo como personas adultas"

"Durante la infancia y también en la adolescencia el medio de conocimiento, aprendizaje y expresión por excelencia es el juego. A través de los juguetes, las niñas y niños reflejan sus experiencias más próximas, sus expectativas, aprenden comportamientos, actitudes y habilidades ante diversas situaciones que van conformando su personalidad futura. El juego es clave en la construcción como personas", ha justificado la asesora.

Mediante esta campaña, el IAM invita "a familias a desprenderse de los prejuicios y estereotipos para así entender que: si un niño, juega con muñecos, les cuida, los alimenta y los cambia, estamos fomentando en él actitudes de cuidado. Al igual que si una niña quiere construir y arreglar el mundo, tenemos que facilitarle que su creatividad y su capacidad para producir se desarrolle. En libertad y sin limitaciones de género".