El comercio tradicional ha sacado toda su artillería para incentivar el consumo en la campaña de Navidad que comienza en estos días. Después de un annus horribilis marcado por el impacto de la pandemia de coronavirus en cualquier actividad económica, desde el sector apuntan la esperanza de recuperar los niveles de venta previos al covid, si la evolución de la crisis sanitaria lo permite. No obstante, algunos negocios recuerdan que los efectos del covid han sido dispares en estos establecimientos y también apuntan hándicaps como la competencia del comercio on-line y los problemas de distribución que se están registrando. 

En Deportes Milla, establecimiento ubicado en el centro comercial abierto La Viñuela, Antonio Milla afirma que "el año pasado fue malísimo, ni se notaron Reyes ni Navidad, ni nada. Con la pandemia, la gente no se animó. Fue el peor en 40 años", resume.

De este modo, consultado por sus perspectivas para la próxima campaña navideña, avanza que "este año tiene que ser mejor que la del año pasado, porque peor es imposible. Soy optimista, va a ser mejor, tengo más trabajo pero, sobre todo, de grabaciones, trofeos, competiciones que ya se están celebrando. Mucho homenaje, bodas de oro, bodas de plata, bautizos y comuniones, que también ha habido", comenta en referencia a algunas de sus actividades, que son la venta de trofeos y placas de homenaje, y la personalización de bolígrafos y camisetas.

En cambio, el comercio de artículos deportivos va "muy, muy mal" en este establecimiento, porque "la gente llega, mira las zapatillas, los precios y luego lo piden por internet. Le enseñas la caja, le hacen una foto y ya se buscan la vida", lamenta Antonio Milla.

"Hay falsificaciones y nadie les dice nada"

Así, este comerciante detalla que "este año se está viendo algo más de venta, pero se están notando mucho las ventas on-line, están perjudicando muchísimo. Lo que son chándal, camisetas y sudaderas es un desastre". Milla señala que "ves a los repartidores, le preguntas y van con los camiones llenos, todo de Amazon, de Ali Express, es brutal. Hay falsificaciones y nadie les dice nada. Contra eso no se puede competir".

Preguntado por la jornada del Black Friday, que desde el sector apuntan como el pistoletazo de salida de la campaña de Navidad, aclara que "nosotros tampoco lo notamos mucho, mantenemos los mismos precios. No puedes hacer un 30% ni un 40% (de descuento) porque los márgenes son tan bajos, que eso nada más que las grandes superficies, pero nosotros, no", concluye.

Marta Carmona, trabajadora de Vainica. MANUEL MURILLO

En la misma línea, en el centro comercial abierto Centro Córdoba María del Mar Bernárdez-Zerpa, propietaria de Vainica, destaca que no cree en el Black Friday. "Las cosas de los americanos, para los americanos. Aquí estamos en Andalucía. Eso es de las grandes superficies y el tema on-line, pero yo, que tengo una mercancía nada perecedera, no puedo decirle a una señora que esa bandeja, que mañana va a estar ahí también, le va a valer menos. Prefiero mantener todo el año los precios un poquito más bajos. Las tiendas de ropa lo que hacen es quitarse temporada, pero es que yo no tengo temporada", detalla. En su establecimiento pueden encontrarse artículos de menaje, ajuar y textil para el hogar. 

María del Mar indica que, para su negocio, la campaña de Navidad comienza en diciembre. "Intento buscar cosas distintas, que haya cosas especiales para poder regalar. Tengo la suerte de que tengo una clientela muy estupenda, intento cuidarla y traerle cosas distintas, porque ellos, para mí, son muy especiales y distintos todos". 

"No nos llega la mercancía"

Preguntada por el efecto del covid en su establecimiento, esta comerciante apunta que "esperaba peor el impacto de la crisis sanitaria y estoy contenta, no ha sido para tanto". Sin embargo, en estos momentos no está percibiendo una mayor actividad. "Noviembre está siendo más duro de lo normal. Octubre y septiembre han sido mejores. Creo que se debe al Black Friday, viene la gente preguntando si lo haces. Al pequeño comercio lo mata". 

María del Mar coincide en destacar que "todo lo on-line te hace daño", a pesar de que "nosotros utilizamos también las redes sociales". Acerca de los problemas de abastecimiento que se están registrando, comenta que "por un lado, estamos encantados y decimos ‘como no va a haber transporte, no habrá tanta actividad on-line’, pero al final nos está perjudicando a nosotros, porque no nos llega la mercancía".

De este modo, indica que "hay artículos que he pedido hace un mes y medio, y todavía no me han llegado. Tengo un poco de miedo de que los proveedores no me respondan, por eso, a todo el mundo con el que tengo muchísima confianza le estoy diciendo: ‘Por favor, comprad pronto, porque verdaderamente existe el desabastecimiento de la mercancía". 

"Cada año intentamos superarnos"

En el mismo centro comercial abierto, Gema Gutiérrez, propietaria de Gema Joyerías, manifiesta que "dentro de lo que cabe, de lo que hemos vivido con la pandemia, no nos podemos quejar y el pronóstico es bastante mejor este año". Preguntada por las expectativas ante la campaña navideña, apunta que "cada año intentamos superarnos y traer novedades, y que nuestros clientes se vaya contentos y vuelvan a nuestro establecimiento, que es de los más antiguos en la calle Cruz Conde, porque la joyería lleva aquí toda la vida". 

Gema Gutiérrez, en el interior de su joyería en Cruz Conde. MANUEL MURILLO

José Bonilla, trabajador de la tienda, confirma, respecto al año pasado, que "no nos podemos quejar" y sobre la campaña de Navidad precisa que "todavía no ha arrancado la venta, pero el público tiene ganas de salir, parece que este año podría ser mejor que el pasado". José indica que los clientes "lo mismo buscan una sortija, que pendientes y colgantes. Tenemos mucha variedad y hay mucho donde elegir". De su parte, consultada por la campaña del Black Friday, Gema puntualiza que en su caso tampoco la secundan. "Poner descuentos en una joyería parece que desprestigia un poco la pieza", opina.