La Gerencia de Urbanismo reactiva, con la aprobación el miércoles en su consejo rector del proyecto de urbanización, un nuevo barrio que echó a andar hace años pero que quedó paralizado con la crisis, Huerta de Santa Isabel Oeste. Este nuevo barrio se ubica entre Miralbaida y Turruñuelos (zona de la carretera de Trassierra) y da continuidad al que ya está urbanizado y construido en parte en esa zona, Huerta de Santa Isabel Este, hasta el arroyo de Cantarranas. El plan, que empezó a tramitarse en el 2004, prevé la construcción de 3.663 viviendas, de las que 1.944 serán VPO. Urbanizar esa zona costará 46,6 millones de euros. Este es uno de los barrios de futuro en Córdoba, que proporcionarán más de 20.000 viviendas nuevas. En tramitación están también la Ciudad Jardín de Poniente 2 y Ciudad Jardín de Poniente 3, que se encuentran en la carretera de Trassierra, pero junto a San Rafael de la Albaida y la Arruzafa.

El Pleno del Ayuntamiento de Córdoba aprobó de forma definitiva el plan parcial de Huerta de Santa Isabel Oeste y el proyecto de urbanización llegó a la Gerencia de Urbanismo para iniciar su tramitación en el 2006, por lo que ya han transcurrido quince años desde que sus promotores presentaron la documentación para llevar a cabo las obras con las que se ejecutarán los viales y zonas verdes. Aunque ese proyecto fue aprobado de forma inicial en el 2007, el expediente quedó paralizado tras la aparición de importantes restos arqueológicos, las trazas de un gran edificio de época califal localizado en la esquina sureste que dificultaba la ordenación prevista, por lo que los propietarios tuvieron que modificarla. Parte del ámbito fue declarado reserva arqueológica tras la aparición de esos hallazgoss.

Esa modificación fue aprobada por el Pleno en el 2010. Esto llevó también a la presentación de un proyecto de urbanización adaptado a la nueva realidad, que fue aprobado de forma inicial en noviembre de ese año. Tras la exposición pública y las alegaciones, la junta de compensación presentó la documentación para la aprobación definitiva en el 2018. Como había transcurrido mucho tiempo, Urbanismo optó por abrir un nuevo expediente y solicitar informes otra vez. En agosto de este año llegó al organismo municipal el texto refundido del proyecto de urbanización para su aprobación definitiva, paso que se da el miércoles.

Una vez aprobado por el consejo rector, la junta de compensación dispone de tres meses para constituir un depósito del 25% del presupuesto de ejecución material.

Hallazgos arqueológicos

La intervención arqueológica se hizo entre agosto del 2006 y octubre del 2008 y estuvo paralizada un año. Las conclusiones son que la zona alberga "depósitos arqueológicos que abarcan desde el Paleolítico inferior-medio hasta finales del siglo XX, siendo especialmente interesantes los correspondientes a la época romana y andalusí", según consta en uno de los expedientes que van al consejo el miércoles. De etapa paleolítica son los útiles fabricados sobre cuarcita. Después, de época romana imperial son los hallazgos de un tramo de más de 90 metros del acueducto de Valdepuentes, presente en los planes vecinos de Turruñuelos, Huerta de Santa Isabel Este y Cortijo del Cura.

Además, durante la intervención, aparecieron restos de otros dos acueductos romanos (uno de ellos pudo estar destinado al riego), así como dos grandes depósitos, uno de 1,35 metros de alto, y de 15 por 4,17, que pudo almacenar 60 metros cúbicos de agua, y otro de 70 metros de largo y de 10 de ancho. Estos dos depósitos no tienen nada que ver con los acueductos, según indica el informe.

Otros hallazgos fueron media docena de sepulturas de incineración con ajuares fechables a comienzos del siglo II después de Cristo y asociadas a varias estructuras murarias interpretadas como recintos funerarios. Los arqueólogos consideran que pueden estar relacionadas con un fundus romano en el Cortijo del Cura.

De época califal son los restos de grandes construcciones (se encontraron varias) halladas en el Camino de Turruñuelos, consistentes en dos edificios que serán conservados y protegidos en las zonas verdes, y de acueducto (que los arqueólogos relacionan con el de al-Naura, construido por Abderramán II para abastecer a esa almunia, aunque también pudo estar relacionado con cualquier otra traída de aguas como la que abastecía al Alcázar u otra no documentada destinada a abastecer edificios de la periferia occidental).

La actividad arqueológica será constante en el proyecto. En este ámbito deberá garantizarse la menor afección y la preservación de la trazas del acueducto califal, que incluso podría ponerse en valor. También deben preservarse el acueducto romano y una de las dos cisternas de la misma época, mientras que la otra ha de integrarse y ponerse en valor. Asimismo, el acueducto de Valdepuentes ha de ser conservado.