Con la cumbre de Glasgow como telón de fondo y la sequía como realidad de lo que debaten estos días los altos dignatarios mundiales, Córdoba ofreció este miércoles un ejemplo palmario de que querer es poder y de que ante la sequía o las lluvias torrenciales (según el territorio) que arrasan los campos de cultivo, solo cabe aplicar el torrente de ideas de quienes trabajan para recuperar el equilibrio de los ecosistemas que en algún momento se rompió. 

"Es importante reconocer a las entidades que hacen una gran labor para responder a la emergencia climática"

Francisco Casero - Jurado de los premios

Francisco Casero, Premio Especial a la Sostenibilidad de diario CÓRDOBA en el 2020 y miembro del jurado este año, hizo este miércoles un balance muy positivo de la convocatoria de los premios al Desarrollo Sostenible y del elevado nivel que ofrece la provincia en esta materia. «Es muy importante reconocer a las entidades y personas que están haciendo una gran labor, fieles a los principios de lo que constituye hoy en día una de las principales preocupaciones, la respuesta a la emergencia climática», comentó. Según Casero, «todos los galardonados han sido elegidos por méritos propios». Así, destacó la relevancia de la asociación Ecovalia, «artífice del desarrollo ecológico dentro y fuera de Andalucía, que ha hecho posible que la comunidad lidere la producción ecológica española». En su opinión, «hay todavía mucho por hacer, sobre todo en la industria, donde falta más compromiso, y en materia de formación profesional, así como en la concienciación sobre consumo ecológico, que sigue siendo minoritario frente a otros países del entorno». 

El presidente de la asociación de producción ecológica Ecovalia, Álvaro Barrera, agradeció el premio, que llega en el 30º aniversario de la entidad «y que está muy repartido, ya que somos 15.000 los asociados de toda la cadena de producción, desde ganaderos a agricultores e industria». Según Barrera, el galardón llega en un «momento dulce» para la producción ecológica con el que se reconoce además el esfuerzo de las juntas directivas que han trabajado a favor de este modelo desde hace treinta años. Ese momento dulce se ha visto eclipsado por la actual situación de sequía que padece el campo y que está afectando sobre todo a las explotaciones ganaderas. «La agricultura ecológica es más resiliente porque está acostumbrada a situaciones de estrés hídrico, pero la extensificación de la ganadería ecológica y la falta de pasto está afectando mucho al sector, muy preocupado no solo por la falta de lluvia sino por la falta de previsión».

El Ifapa de Cabra realiza importantes trabajos en formación e investigación para la producción ecológica

Casero destacó también la labor de Ifapa Cabra, «no solo por la superficie de producción ecológica sino por los trabajos de formación e investigación que realizan». La directora de Ifapa Cabra, Brígida Jiménez, agradeció el premio por «el efecto de visualización y puesta en valor del trabajo que se realiza en el mundo rural y en centros muy pequeños en los que hay que hacer un esfuerzo para apostar por la sostenibilidad, que es una cuestión que hay que creerse y con la que solo los vocacionales de este mundo nos sentimos identificados». Según Jiménez, «este reconocimiento nos da mucha fuerza para seguir y para demostrar que en el mundo rural se vive muy bien y puedes tener una trayectoria profesional plena y aportar mucho a un sector prioritario en Andalucía como el agrícola». 

Miembros de la asociación Ecovalia, presidida por Álvaro Barrera. A.J. GONZÁLEZ

Por su contribución también en el ámbito agrícola, recibió el premio en la categoría de empresa Cantueso Natural Seeds, que atesora una trayectoria de 15 años. Su director, José Ángel Cantueso, valoró especialmente el galardón por llegar desde Córdoba, después de haber recibido en los últimos cuatro años distinciones de la Junta de Andalucía, del Gobierno, en manos del Rey Felipe VI, y de Europa. «Nos faltaba el reconocimiento a nivel local y nos alegra mucho porque viene de un medio como Diario CÓRDOBA y en compañía de otros premiados con los que tenemos relación de amistad y profesional», comentó. En cuanto a la situación medioambiental actual, Cantueso alertó de que día a día se están produciendo pérdidas importantes de masas vegetales silvestres e insectos polinizadores que tienen su reflejo en temporadas de sequía como la que padecemos actualmente. Precisamente, la apuesta de Cantueso Natural Seeds por la fitodepuración de aguas con plantas autóctonas ofrece una solución natural, sostenible y alternativa a la depuración y permite abaratar costes frente a otros sistemas que requieren más obras de ingeniería y mantenimiento. No es de extrañar que ya hayan tomado nota dentro y fuera de España. 

La subdelegada del Gobierno, con los representantes del Seprona y la Guardia Civil de Córdoba. A.J. GONZÁLEZ

Pero todo esto quizás no sería posible sin la constante labor de inspección del Seprona, premiado por Naciones Unidas por los controles que han contribuido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y reducir así la huella de carbono. El teniente jefe del Seprona, Buenaventura Aguilar, que recogió el premio en nombre de los integrantes de este servicio de la Guardia Civil, indicó que el galardón supone un «honor» porque reconoce «el trabajo incansable que se realiza en defensa y protección del medio ambiente, en colaboración con otras unidades de la Guardia Civil y con la ciudadanía concienciada en el respeto a la Naturaleza».

Junto a los premiados, este año se han entregado dos accésits que ponen de relieve la aportación de las instituciones. Por un lado, la de la Universidad de Córdoba, a través del proyecto europeo Diverfarming y por otro, el de la empresa pública Sadeco por la iniciativa Reusemed. El primero, desde la diversificación de los cultivos en el campo, contribuye a mejorar la diversidad y el segundo, desde la apuesta por la economía circular, permite introducir a Córdoba en la transición energética. Según el presidente de Sadeco, «los cordobeses están cada vez más concienciados con la ecología, pero hay que seguir insistiendo para que esa mentalidad se extienda como una mancha de aceite».

Felipe Molina, Premio Especial 2021: "Esparcimos vida donde vamos"

Muchos cordobeses se habrán encontrado más de una vez con las ovejas transhumantes de Felipe Molina, el ganador del Premio Especial 2021, un biólogo y sexta generación de una familia dedicada a la ganadería extensiva transhumante que no pierde la oportunidad de defender aquello que hace siempre que tiene ocasión. En el acto de este miércoles, Felipe Molina fue el encargado de hablar en nombre de los premiados y, tras dar la enhorabuena a todos sus compañeros, muchos de los cuales se conocen y han compartido charlas en torno al mundo rural, quiso exponer las razones por las que la actividad que desempeña es trascendental en el objetivo de la sostenibilidad y la biodiversidad. «Hay muchas personas que no entienden qué relación tiene la ganadería extensiva trashumante con la ecología pese a que esta es la práctica más ecológica de producción de carne», explicó, «nosotros llevamos al animal donde está la comida y no al revés, y de paso hacemos que las fincas se recuperen y que no se pierdan suelos». En ese camino que realizan las ovejas no solo contribuyen a prevenir incendios, al eliminar los excesos de pasto, «esa es la contribución que más llama la atención» -explicó-, sino que además «aportamos un valor medioambiental muy importante porque cada oveja reparte más de 3.000 semillas en los 20 kilómetros que recorre cada día, es decir, esparcimos vida y biodiversidad por donde pasamos». 

Felipe Molina, Premio Especial 2021. A.J. GONZÁLEZ

Con más de 2.000 cabezas, la ganadería Las Albaidas, que encabeza Felipe Molina, sigue recorriendo las vías pecuarias de la provincia, combinando esta forma de trabajo tradicional con la aplicación de nuevas técnicas centradas en la certificación de la trazabilidad del cordero y la lana. En su intervención, recalcó que este modelo ganadero «es la principal base para fijar población en el campo», en un momento en que se habla de la España vacía, «cuando la ganadería extensiva se va de un pueblo, el pueblo desaparece porque nosotros no podemos trabajar a distancia, estamos en los pueblos, cuidando de los rebaños y eso fija población al campo». Antes de concluir, tuvo ocasión de dirigirse a las administraciones presentes para pedirles que tengan en cuenta estas aportaciones y las condiciones de inferioridad en que trabajan los ganaderos trashumantes frente a otras explotaciones, «porque cuando pedimos que se nos valore hay razones importantes que lo justifican».