Este viernes, 29 de octubre, se celebra el Día Internacional del Ictus, un accidente vascular que afecta cada año a en la provincia de Córdoba a cerca de 2.000 personas. En concreto, solo en el Hospital Reina Sofía se registran tres ingresos diarios por esta causa. Los expertos definen al ictus como una disfunción del área cerebral bien por obstrucción bien por rotura de un vaso sanguíneo. Aunque en principio es una incidencia más frecuente en personas mayores de 60 años, no son pocos los casos que se producen en ciudadanos más jóvenes.

Las cifras estimadas indican que en España sufren este tipo de afección 187 personas por cada 100.000 habitantes y es la causa de unas 27.000 muertes anuales en todo el territorio nacional, donde se dan aproximadamente 72.000 casos cada 12 meses.

Dado el aumento de la incidencia de este mal, debido sobre todo a que la población cada vez está más envejecida, el sistema sanitario público y privado se va dotando de servicios específicos para atenderlo. En el Hospital Reina Sofía se creó una unidad específica en el año 2018 y ha puesto en marcha una consulta específica para atender a las personas que han sido dadas de alta, además de estar preparando nuevas instalaciones de pruebas que permitan una más pronta actuación.

Otro de esos nuevos servicios es el Instituto de Neurociencias del Hospital de la Cruz Roja, donde desde hace seis meses que se puso en marcha se ha podido comprobar que ocho de cada diez pacientes que se reciben llegan con un ictus, según explica el doctor Juan José Ochoa, quien añade que, como en otro tipo de accidentes o patologías, cuanto antes se actúe mejor solución tendrá el problema y una vez intervenido el paciente, cuanto antes y más integral sea el proceso de rehabilitación mejor recuperación experimentará. Por eso, en esta área del hospital, apenas se detecta que un paciente ha sufrido este tipo de accidente vascular se activa el denominado “código ictus”, que pone en marcha toda la maquinaria para lograr el mejor resultado posible.

Ochoa recuerda que es vital la respuesta rápida, porque este tipo de incidencias suelen tener en los pacientes importantes consecuencias, tanto sociales como individuales, porque el ictus es la primera causa de muerte en la mujer, la segunda en la población en general y la tercera en el caso de los hombres. Además, es también la primera causa discapacidad, y por tanto de generación de una dependencia, y la segunda de la demencia.

Un enfermero trabaja con un paciente de ictus en el Instituto de Neurociencias del hospital de la Cruz Roja de Córdoba. MANUEL MURILLO

Estos problemas se producen porque al obstruirse o romperse el vaso, la parte del cerebro afectada queda dañada para siempre en muy poco tiempo. Ahora, los tratamientos que se practican, intentan ya recanalizar la arteria afectada para recuperar lo antes posible el flujo sanguíneo normal. Una vez practicada la intervención, sigue explicando Ochoa, en el Instituto se inicia el proceso de rehabilitación ya citado.

Las causas o factores de riesgo del ictus, según explica el especialista, son diversas, además de la edad, como la hiperlipemia (colesterol y triglicéridos altos), el tabaquismo, la hipertensión arterial, la obesidad y el sedentarismo. Entre otros factores se encuentran también la fibrilación auricular y las arritmias.

Terapias de trabajo con pacientes con ictus en el Instituto de Neurociencias del hospital de la Cruz Roja de Córdoba. MANUEL MURILLO

Para detectar los signos de alarma ante un posible ictus, explica el doctor Ochoa que son, entre otros, el adormecimiento o parálisis de la cara, el brazo o la pierna, dificultad para hablar o entender, una pérdida brusca de la vista, dolor cabeza intenso, así como desequilibrio o dificultad para caminar.

El aumento progresivo de la incidencia de estos casos es lo que ha hecho que desde los estamentos sanitarios se hayan organizado campañas informativas, alertando de cómo actuar en caso de sospechar que se sufre un ictus, y lo primero es la rapidez en alertar a los servicios médicos. Sobre todo, por lo que los médicos sintetizan en el lema de la campaña de sensibilización sobre esta dolencia y que sentencia que “tiempo es cerebro”, que es lo mismo que decir que el tiempo es vida.