María Isabel Millán Sánchez es una de las participantes asiduas a la sede cordobesa de la Asociación Española contra el Cáncer, que este martes ha celebrado el día mundial contra el cáncer de mama con un acto en el Bulevar del Gran Capitán en el que las participantes se han pintado las manos de rosa y han levantado los brazos sobre el símbolo de la entidad, pintado en el suelo.

María Isabel está contenta de poder celebrar este día de concienciación y comunidad junto a sus compañeras, ya que ella tuvo la suerte de salir adelante gracias al apoyo de su familia y a la empatía de otras mujeres con la enfermedad, pero sobre todo gracias a su optimismo innato y a su fuerza de voluntad. Según cuenta, también tuvo que ver un milagro de la Virgen de Guadalupe, ya que fue a verla meses antes de que le detectasen el cáncer y al detectárselo le dijeron "que se le había aparecido la virgen", pero esa es otra historia.

"Me detectaron el cáncer de mama a tiempo porque, gracias a Dios, acudí cuando me tocaba a hacerme la mamografía", explica María Isabel. "Cuando fui me dijeron que tenía un bultito en la mama izquierda, así que me hicieron la biopsia y descubrieron un tumor maligno que tuvieron que quitarme mediante operación. Tenía el centinela contaminado. Recibí cuatro sesiones de quimioterapia y 23 de radio. Me pusieron tamoxifeno tres años y ahora estoy con exemestano. Me han dicho que puedo llegar a estar con este tratamiento hasta 10 años".

De estos inicios duros, cuando el tratamiento estaba en estado avanzado, extrae una conclusión sencilla, contundente y es que "es muy importante que las personas vayan a hacerse mamografías con periodicidad" ya que en su caso, al tener la mama densa, no habría podido detectarla palpándola.

Avances en medicina

La campaña que hoy difunde la Asociación Española contra el Cáncer en Córdoba, Saca pecho por las más vulnerables, pretende recaudar más fondos para la investigación porque, aunque los profesionales de la medicina tienen a su disposición medios más avanzados, el avance es muy lento en relación a las personas afectadas.

"Los avances en medicina son muy importantes. Personalmente estoy contentísima con el trato que recibí en el Hospital Provincial, ya que actuaron muy rápido", declara María Isabel, decidida. "Me operaron y me dieron el alta el día de reyes, así que imagínate".

Secuelas físicas

"Es impresionante ver cómo se te caen montones de pelo poco a poco; darte cuenta de que te tienes que pasar la máquina. Pero a mí eso me pareció lo de menos porque no se trata de estar más guapa o más fea, sino de sentirte bien contigo misma", explica. Cuenta que, en lugar de venirse abajo con los cambios físicos que estaba sufriendo su cuerpo, sacó toda la fuerza que tenía dentro. Se compró una peluca; empezó a pintarse y a ponerse guapa todos los días para salir a la calle con la mejor actitud. "¡Hasta llegaron a decirme que parecía una estrella de cine!", comenta, "pero es que no quería dejar de hacer mi vida, ir sola a la radioterapia, ir a hacer la compra, arreglar mi casa". El pelo ha vuelto, pero una mama se ha quedado más pequeña que la otra aunque "eso es lo de menos, por lo menos estoy aquí", declara animada.

María Isabel Millán participa en la performance contra el cáncer de mama en Bulevar Gran Capitán, junto a otra asociada AJ GONZÁLEZ

Apoyo social

Para María Isabel es evidente que el soporte familiar es importante aunque, en su caso, fue su actitud positiva de la vida lo que le ayudó a salir adelante. "Por mucho que recibas la ayuda de la familia, tú eres la que tiene que sacar fuerzas para salir adelante", declara, junto a otra asociada que la acompaña, curiosa por la entrevista. "Para mí fue imprescindible unirme a compañeras que tenían lo mismo que yo porque muchas veces te entienden más que tu propia familia. Tus más allegados pueden apoyarte, pero nadie sabe lo que es vivir con esta enfermedad hasta que te toca".