Julio Anguita mira al fotógrafo Juan Vacas a través de su cámara. La figura emerge de la oscuridad subrayada por su traje negro. El rostro esculpido exhibe ya su icónica barba. Relaja el gesto, algo forzado por la pose, con un cigarro. Cosas de los 80. En el patio del Centro de Arte Pepe Espaliú, la mirada intensa de Anguita persigue al visitante, lo interpela. Un triángulo rojo invertido, el que llevaban los presos políticos en los campos de concentración nazis, preside la sala propiedad de Vimcorsa. El comisario de la exposición, Rikardo González, de Punto Reklamo, explica que se ha buscado un signo aglutinador de la izquierda, no excluyente, para recoger el caminar generoso de Julio por las siglas que jalonaron su vida, desde el PCE, a IU, pasando por Unidas Podemos, Frente Cívico Somos Mayoría o Colectivo Prometeo, todas en la margen izquierda del río de la política. La exposición se titula Julio Anguita. A secas. No hace falta más. 

Encontrará también el visitante en esta exposición hecha con mimo por sus camaradas y amigos (han colaborado en ella el Ayuntamiento, la Diputación, la Fundación Andaluza Memoria y Cultura, el Archivo Municipal y todos los periódicos de la ciudad, entre otros) numerosas imágenes de su trayectoria política. Su proclamación como alcalde, el primero de la democracia en Córdoba; la alegría de la noche electoral; las primeras corporaciones municipales y los abarrotados salones municipales convertidos en mítines improvisados; los mítines oficiales (el del 19 de junio del 86 en una plaza de toros hasta la bandera o el del no a la OTAN en la Axerquía); paseos por calles aún sin asfaltar en caminar mesiánico, rodeado de gente sencilla; su salto al Parlamento andaluz y, después, al Congreso de los Diputados, su regreso a las aulas... Y fotos, más fotos, con Dolores Ibárruri, Fidel Castro, Pablo García Baena, Fosforito, Antonio Alarcón, Rafael Castejón, Gerardo Iglesias, José María Aznar o el obispo Infantes Florido, a quien recomendó afanarse en sus zapatos.

Imagen de la exposición sobre Julio Anguita. A.J. GONZÁLEZ

La inauguración de la exposición coincide con el aniversario de su fallecimiento (16 de mayo del 2020) y con su reciente nombramiento como hijo adoptivo de la ciudad, en un acto celebrado en el Gran Teatro, y culminará esta semana con la celebración de un acto político en el Teatro de la Axerquía, organizado por el PCE que este año celebra los 100 años de su alumbramiento. 

El alcalde, José María Bellido, señaló que para Julio «Córdoba fue lo primero» y que su pensamiento y su voz emergieron desde «una capital de provincias» para irradiar la esfera internacional. Asimismo, dijo que Anguita trabajó en el interés de todos y reivindicó «con nobleza y pasión su ideario para generar espacios de debate, pero también de encuentro». El presidente de Vimcorsa, Salvador Fuentes, por su parte, admitió que con esta exposición se quita «una espinita» que tenía desde el año pasado, ya que el covid impidió que se hiciera un homenaje en condiciones a Anguita. Por su parte, la secretaria del PCE en Córdoba, Alba Doblas, destacó la construcción que hizo de la ciudad desde lo público. «Nos dijo que se podía y claro que pudimos».

La exposición podrá verse en el Centro de Arte Pepe Espaliú hasta el próximo 20 de junio.