El relevo generacional en la Universidad de Córdoba ha sido una preocupación constante del actual equipo de gobierno, presidido por el rector José Carlos Gómez Villamandos, desde que inició su mandato, hace ya casi 8 años, así como de anteriores rectores, alertados por una plantilla envejecida que podría traer jubilaciones masivas. Poco a poco se ha ido controlando la situación y, según los datos proporcionados por la vicerrectora de Personal Docente e Investigador, Begoña Escribano, en los últimos 4 años se ha dado un gran impulso, ya que se han producido unas 76 jubilaciones, más las 24 que se prevén este año pero, por el contrario, «el montante total de plazas creadas en la Universidad de Córdoba desde 2017 ha sido de 696, casi 700 plazas en 4 años», algunas todavía por cubrir.

Begoña Escribano desglosa así el número de plazas creadas: «Para el PDI, los empleos permanentes obedecen a la oferta pública de empleo y han sido los siguientes desde el 2017, dependiendo de las variaciones que ha habido en las leyes de presupuestos generales del Estado y que nos obligaron en el 2017 a hacer varias correcciones a la oferta pública de empleo, todo hay que decirlo, en beneficio de la Universidad: 142 plazas de profesor titular de universidad, incluyendo entre las mismas 6 vinculadas al Servicio Andaluz de Salud; 7 profesores titulares de Universidad para la estabilización de contratados del programa Ramón y Cajal; 46 profesores contratados doctores, incluyendo un contratado doctor vinculado al Servicio Andaluz de Salud entre ellos y 33 profesores contratados doctores para la estabilización de investigadores de programas competitivos de excelencia. Además, han sido 147 cátedras de promoción. Todo ello hace un total de creación de empleo permanente en la Universidad de Córdoba de 375 plazas». Pero a ello hay que sumarle las plazas de profesorado no permanente en la figura de profesor ayudante doctor desde 2017 que han sido un total de 242 plazas, incluidas 8 por refuerzo de la actividad investigadora; y 79 plazas de profesor asociado. La vicerrectora explica que el relevo generacional en la UCO, con una plantilla que tiene una media de edad de 51 años, se está abordando «a través de la figura de profesor ayudante doctor, profesor laboral no permanente y primera de las figuras de acceso a la Universidad en la Ley Orgánica de Universidades y por la que ha apostado la Junta de Andalucía». Dicho profesorado, dice Escribano, «entra en la Universidad por necesidades primordialmente docentes, previa acreditación de su labor profesional por currículum vitae, en la Agencia Nacional de Evaluación (Aneca) o en la Agencia Autonómica de Evaluación (DEVA), con un contrato de 5 años, en los cuales debe trabajar para conseguir méritos de docencia, investigación y transferencia que le hagan acreedor de una nueva acreditación a profesor contratado doctor, figura laboral permanente, o a profesor titular de universidad, figura funcionarial permanente».

Jubilaciones

Las jubilaciones/ceses han sido de 41 en el 2018; 12 en el 2019 y 23 en el 2020. Este año, de momento, hay 14 jubilaciones forzosas y 10 voluntarias. Por tanto, un centenar desde el 2018. El profesorado universitario se jubila forzosamente a los 70 años, pudiendo continuar con su trabajo hasta finalizar el curso, si dicha edad la cumple dentro del mismo. La jubilación voluntaria se puede producir a partir de los 60 años. «Debo decir, de todas formas, que son más los profesores que se jubilan a los 70 años, que los que lo hacen antes de fecha», apunta la vicerrectora de Personal Docente e Investigador.

En cuanto a la edad de la plantilla, los datos que aporta la UCO reflejan que los catedráticos de universidad se sitúan en torno a una media de 59 años, frente a los 62 de los catedráticos de Escuela Universitaria, mientras que los profesores titulares de universidad bajan a los 52 años, siendo los 58 años la media para los catedráticos de Escuela Universitaria, y los 48 años para el PDI laboral permanente. El PDI laboral no permanente (profesor ayudante doctor) se sitúa en torno a los 41 años de media de edad, y son los que, según Begoña Escribano, «están constituyendo nuestro relevo generacional y los que bajan la media de edad del profesorado universitario». La última oferta de empleo aprobada en Consejo de Gobierno pero aún no publicada en BOJA es de 34 plazas de profesores. Sin embargo, en la bolsa hay 36 docentes. «Por tanto, no hay suficientes plazas en la oferta pública de empleo de este año para atender a la demanda», reconoce.