Hace dos años salía a concurso la redacción del proyecto de una de las dos nuevas paradas que tendrá el tren de cercanías entre Alcolea y Villarrubia. En abril del 2019 el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) licitaba la redacción del proyecto básico y de construcción de una parada que iba a estar ubicada en la avenida de la Igualdad y cuatro meses después, en agosto, se la adjudicaba a  Ingerop T3 por 200.811 euros y con un plazo de ejecución de un año que expiró hace ocho meses. Ahora, dos años después de la convocatoria de aquel concurso, ¿en qué situación se encuentra el proyecto? El ADIF ha explicado a este periódico que está preparando un estudio de demanda que permitirá determinar la ubicación definitiva del apeadero y la viabilidad de que esté en Fátima, como quiere el Ayuntamiento y el Consejo del Movimiento Ciudadano, y comenzar la redacción del proyecto básico y de construcción, por lo que aún le queda recorrido.

Según el ADIF, desde la adjudicación se ha elaborado un estudio de viabilidad técnica para la implantación del apeadero que concluyó que "la alternativa más idónea era la situada a la salida del túnel del soterramiento en la calle Pedroche, en la confluencia de la avenida de los Almogávares y la avenida de la Igualdad", conclusión que iba en consonancia con los estudios previos realizados en el 2012. El ADIF presentó al Ayuntamiento de Córdoba las conclusiones de ese estudio en marzo del 2020 pero este pidió otra ubicación diferente que "daba una mejor respuesta a las necesidades actuales de la ciudad y las previsiones de desarrollo futuro de la misma". En este sentido, el Ayuntamiento, tras analizar el estudio de viabilidad, remitió al ADIF un informe en el que plantea que la opción más idónea es que la parada esté en la barriada de Fátima.

Tras ello, y según explica el ADIF, "se ha redactado una adenda al estudio de viabilidad técnica en la que se ha revisado el análisis realizado conforme a los nuevos criterios de desarrollo urbanístico trasladados por el Ayuntamiento". Además, el ADIF pidió en mayo del año pasado al Ayuntamiento un estudio de demanda para "poder avalar la idoneidad de la nueva ubicación propuesta para el apeadero en el barrio de Fátima".

El ADIF señala que ese estudio llegó en julio del 2020 y fue remitido, "junto con toda la documentación elaborada y de antecedentes, a la Dirección General de Planificación y Evaluación de la Red Ferroviaria del MITMA" que, en noviembre del 2020, "comunicó la necesidad de realizar un nuevo estudio de demanda en el que se actualicen los datos de referencia para comprobar la viabilidad y rentabilidad de esta actuación". Por ello, el ADIF está preparando este estudio de demanda, "con cuyos resultados se podrá determinar la ubicación definitiva del nuevo apeadero y comenzar la redacción del proyecto básico y de construcción".

El alcalde, José María Bellido, en diciembre pasado, ante el retraso que acumula el proyecto, expresó su deseo de que sea una realidad y no un proyecto sin ejecutar e insistió en que Fátima es la ubicación propuesta.

Las características del proyecto

El proyecto del apeadero contempla un módulo de acceso que estará adaptado para personas con movilidad reducida. El ADIF explica que "se analizarán los condicionantes urbanos para posicionar su entrada en la mejor ubicación" y "su posición para favorecer la mejor explotación ferroviaria y permitir su fácil reconocimiento desde el exterior, marcando la entrada y favoreciendo la orientación de los viajeros que acceden a ella".

La parada contará con un andén lateral único, que se ubicará al norte de las vías (hay dos vías de alta velocidad al sur y una vía de ancho ibérico al norte); un cerramiento, que consistirá en un vallado "cuya imagen arquitectónica sea continuación del establecido por el módulo de acceso y resto de elementos que configuran el apeadero"; y un aparcamiento de bicicletas para favorecer la intermodalidad.

El proyecto, según indica el ADIF, "estudiará las instalaciones y las acometidas nuevas que sean necesarias para el apeadero" y su diseño "deberá permitir que forme parte del modelo de ciudad inteligente, mediante la incorporación de avances tecnológicos y nuevas soluciones de mejora en los sistemas de información al viajero". En este sentido, habrá "pantallas de uso mixto, capaces de unificar la información del viajero, la publicidad y la señalización direccional"; se elegirán "materiales neutros que favorezcan la convivencia entre arquitectura y las pantallas o soluciones tecnológicas de última generación".

Esta estación será la sexta del tren que entró en servicio el 29 de octubre del 2018 entre Alcolea y Villarrubia, que, además de en estas dos barriadas, tiene paradas en El Higuerón, en el campus de Rabanales y en la estación central. Faltaría una más, la del Parque Joyero, que, según señaló el ministro José Luis Ábalos en una visita en febrero del 2019 a Córdoba, dependerá de un estudio de demanda previo.

La mitad de viajeros en el 2020

El servicio se ha visto resentido por la pandemia, al igual que todos los media distancia. Hay que tener en cuenta que el estado de alarma y el confinamiento redujo a lo mínimo los movimientos el año pasado. Según datos de Renfe, en los trenes entre Alcolea y Villarrubia circularon el año pasado 405.600 viajeros, la mitad de un año antes, cuando hubo 938.300. La parada de Rabanales es la que concentra la mayor parte de los usuarios, 205.200, la mitad también que un año antes (447.300) por la ausencia de clases durante buena parte del curso; seguida de Villarrubia, con 5.300, un 67 % menos que en el 2019 (16.500); Alcolea, con 2.600, un 71% menos (9.100); y El Higuerón, con 2.300, un 64% menos (6.400). Desde enero Rabanales cuenta con dos trenes más, por lo que son 28 los que circulan hasta el campus; Alcolea, con 16 (antes tenía 14); y Villarrubia, con 8 (dos menos).

Uno de los colectivos que formó parte de la comisión que se creó en el mandato pasado para decidir si continuar o descartar el proyecto que anunció el exalcalde, José Antonio Nieto (PP) en el 2012, el metrotrén entre Alcolea y Villarrubia, el Consejo del Movimiento Ciudadano, sigue sin estar satisfecho con el servicio más de dos años y medio después de su creación. Su presidente, Juan Andrés de Gracia, que fue el que presidió aquella comisión que decidió seguir adelante con el proyecto y propiciar un cercanías entre las dos barriadas que después debería extenderse a la provincia, recuerda que "nunca aceptamos que llamaran metrotrén a lo que tenía que ser un cercanías y ahora tampoco aceptamos que se diga que hay un cercanías. Lo que tenemos es una extensión insuficiente del tren a Rabanales". A su juicio, "el error es no entender el tren como una necesidad estratégica en la movilidad de nuestra ciudad y provincia". De Gracia lamenta que "los horarios no están adecuados a las necesidades de la periferia, siguen faltando estaciones en la zona este y oeste de la ciudad, no hay conexión con los autobuses de Aucorsa ni de la provincia... en definitiva, todo un engaño consentido". El presidente del CMC piensa que "el tren no sirve y por eso no lo usa la ciudadanía", por lo que está convencido de que, al revés, es decir, con un servicio "adecuado", la "gente lo usará". De Gracia cree que "todo lo que se ha hecho desde el principio tiene un solo objetivo: que el cercanías no exista".

El tren entre Alcolea y Villarrubia empezó a circular en octubre del 2019 como un media distancia después de que fuera declarado obligación del servicio público en la etapa final de Mariano Rajoy al frente del PP. Aunque se empezó a trabajar en el anterior mandato municipal en un convenio para reducir precios, no ha sido hasta este cuando se han abaratado las tarifas, que entraron en vigor el 30 de julio del año pasado. Llevar el cercanías hasta Villa del Río y Palma del Río sigue siendo una asignatura pendiente que, de momento, y a tenor por la reciente respuesta dada por el Gobierno al PP en una pregunta tramitada en el Congreso, no está en sus planes a corto plazo.