EL debate está cerrado. O, al menos, en estado de hibernación. No habrá feria de día en Córdoba y, tanto caseteros como hosteleros, lo aceptan de momento. El anuncio lo hizo ayer el alcalde de Córdoba, José María Bellido, para zanjar la cuestión. Posteriormente, Francisco de la Torre, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Córdoba (Hostecor), le dio la razón: «Estoy de acuerdo, pero no desistimos de la idea». La idea era acoger en bares y restaurantes las casetas. Pero las nuevas restricciones de aforo sumaron en la oposición. Por eso, De la Torre considera oportuno esperar hasta la segunda quincena de mayo para ver cómo evoluciona la pandemia y comprobar el resultado de los números. Luego, la intención de Hostecor es sentarse con todas las partes. «Entre todos trabajaremos», indica el presidente. El fin, «no perder el espíritu festivo».

El «no» a los hosteleros lo protagonizó el colectivo de caseteros de Córdoba. «No veíamos el tema», señalaba ayer Rafael Bocero, presidente de la Asociación de Casetas Tradicionales, tras la respuesta definitiva de Bellido. Al representante de 120 o 130 socios no le hubiera gustado imaginarse seleccionando un local como sede, barajando los «problemas para encontrar sitio». Teniendo en cuenta el número de personas, a Bocero el espacio le parece un gran problema. Y luego, «todos tenemos amigos en la hostelería». «¿Cómo decido un sitio?», se pregunta. Pero ya no tendrá que elegir nada. Y, desde cierta indiferencia con la decisión final, el presidente de la asociación recalca su «apoyo total a la hostelería», que no a la idea.

Lo apropiado para Alfonso Rosero, presidente de la Asociación de Casetas Populares, sería que, de celebrarse la feria, se hiciera «en el recinto ferial, con todas las garantías». Que viene a decir: «Una feria a medias no se puede celebrar». En consonancia con las últimas declaraciones del presidente de Hostecor, Rosero opina que, en primer lugar, se debe tener en cuenta la evolución de la pandemia. Y, a partir de ahí, extraer conclusiones y planear una organización con la suficiente antelación. Sin olvidar, por supuesto, su inclusión en la mesa de debate. «Ni nos consultaron», señala el representante de los caseteros cordobeses. Por ello, pide que se les tenga en cuenta en futuras e hipotéticas propuestas.

Con las últimas noticias presentes, Alfonso Rosero piensa ya en la próxima feria, la del 2022. Y propone al Ayuntamiento de Córdoba que aproveche el parón, este año, de la celebración para atajar de un solo golpe las obras y reformas en el recinto ferial. Con el objetivo, dice el presidente de la asociación, de que en el siguiente año esté todo el espacio listo. Para ello, pide que se tengan en cuenta los millones que el Consistorio haya podido ahorrar tras dos años sin el festejo en la ciudad.

De esta forma, el alcalde de Córdoba tuvo la última palabra en un debate que, por el momento, queda resuelto. Con el triple acuerdo de las partes, la feria de día no se plantea como posibilidad real en esta situación.