El Pleno ha aprobado por unanimidad una moción original del Partido Socialista, que une su voz a la llamada de socorro de los comerciantes de la Judería, muy afectados por el parón del turismo desde el estallido de la pandemia y se compromete a crear nuevas líneas de ayuda específicas a este sector del casco histórico. La moción solicita a las administraciones competentes que se arbitren fórmulas para la hibernación de estas empresas que se tienen que quedar en modo pausa hasta que vuelvan los turistas a la ciudad. "Hay negocios que están en una situación desesperada desde marzo con las persianas cerradas", recordó Isabel Ambrosio, portavoz socialista, en la presentación de la moción.

La moción tenía dos peticiones de palabra: la de Ramón Villegas, de la Asociación de Empresarios, Comerciantes y Hosteleros de Judería-Casco Histórico, y de Laura Roda, de la Asociación de Vecinos La Medina, que han descrito "el duro golpe" que ha supuesto el coronavirus en sus negocios por la caída total del turismo. Los empresarios de la Judería piden que se permita "la hibernación real" de sus empresas con exenciones del alquiler, hipotecas y tributos. Asimismo, han solicitado que a medio plazo el Ayuntamiento avance en la peatonalización de la zona y en las mejoras del suministro energético o las luminarias, así como en la limpieza y la seguridad con la vuelta de la Policía Local de barrio. "No renunciemos a nuestra identidad y hagan suya nuestra causa", ha pedido Ramón Villegas a los concejales. Laura Roda, por su parte, ha recordado que la Judería "está en coma" desde marzo y ha reseñado la particularidad de esta zona eminentemente turística necesitada ahora de más seguridad policial. "Demandamos cultura segura, atractiva y dinámica", ha reclamado al Ayuntamiento, a quien solicita interlocución con otras administraciones.

El alcalde, José María Bellido, conversa con la portavoz socialista, Isabel Ambrosio, antes del pleno. Foto: Chencho Martínez

El texto aprobado pretende, por un lado, reflejar su apoyo a este colectivo y, por otro, exigir a las tres administraciones que tomen cartas en el asunto. De este modo, el Ayuntamiento exige a la Junta de Andalucía un plan a medio y largo plazo específico para el casco histórico de Córdoba que permita dinamizar su economía. Asimismo, piden al Gobierno central que estudie medidas fiscales y empresariales específicas para estos comerciantes; y a la Junta, un plan turístico especial para el casco histórico de Córdoba. Por último, la moción pide al Imdeec que libere subvenciones directas para estos afectados, y a Hacienda bonificar algunos tributos como la basura, agua o el IBI. Por último, propone la organización de eventos culturales de pequeño formato que animen la zona y que se aproveche el parón para llevar a cabo actuaciones en la zona por parte de Infraestructuras y Urbanismo.

También a petición del PSOE, el Pleno ha dado luz verde a la comparecencia en sesión plenaria de la concejala de Transformación Digital, Lourdes Morales, para conocer los planes a corto y largo plazo de esta concejalía, y para que dé explicaciones de por qué se ha convenido con la Diputación de Málaga hay no con cualquier otra un acuerdo para el desarrollo de la administración electrónica en Córdoba.

Moción del aceite de oliva

También por unanimidad se ha aprobado una moción en la que se insta al Ministerio de Consumo, a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, a que modifique la nueva calificación nutricional que quiere implantar dicho Ministerio en el primer cuatrimestre del año por considerar que "denigra al aceite de oliva". Este nuevo sistema de calificación, llamado Nutri-Score, es como un semáforo nutricional que califica los productos de más a menos saludables (de la A a la E y del verde al rojo) mediante un etiquetado frontal, ayudando a los consumidores a distinguir entre alimentos con un simple vistazo.

Concretamente, concede una calificación u otra tras analizar los elementos nutricionales cuyo consumo se recomienda limitar (calorías, grasas saturadas, azúcar y sal) y los beneficiosos (proteínas, las vitaminas y las fibras). Dicha certificación otorga una calificación de 'C' al aceite de oliva, algo que se considera "injusto y desproporcionado", como ha puesto de manifiesto Ignacio Fernández de Mesa, presidente de Asaja, que ha tomado la palabra de manera telemática en el pleno.