José García Román, presidente del Córdoba Patrimonio de la Humanidad y Cordobés del Año 2019, ha llevado a su equipo hasta primera división y ha situado al fútbol sala de la ciudad en el epicentro del panorama nacional.

-¿Por qué cree que recibe el premio a Cordobés del Año?

-Creo que porque hemos conseguido que un deporte en Córdoba, como es el fútbol sala, que hace siete años estaba dormido, lo hayamos llevado a la élite.

-¿Qué significa para usted este reconocimiento?

-Como cordobés es uno de los mayores galardones que se pueden conseguir y me llenó de satisfacción enterarme que me lo otorgaban. Espero cumplir con este cargo y estar a la altura.

-Su admirado compromiso con la ciudad y el deporte cordobés viene de lejos. ¿Qué lo mantiene firme y vivo?

-Que Córdoba sea relevante a nivel nacional, te puedo asegurar que para mí es un orgullo enorme. Nosotros lo hemos conseguido, a través del mundo del fútbol sala, pero animo a todo el mundo a que trabaje para que Córdoba esté presente en todos los ámbitos. Especialmente con la situación actual que no es buena, no solo por la pandemia, sino por todos los problemas económicos que azotan a la ciudad. Creo que con iniciativas como estas en otros sectores, ayudaríamos a mejorar un poco el horizonte económico.

-Para alguien que no esté muy al tanto de lo que pasa en el mundo deportivo. ¿Cómo le explicarías cuál es tu relación con él y el fútbol sala?

-Por encima de todo, el Futsal es, como otros han definido, un grupo de amigos que se juntaron para hacer deporte y eso, quizás, es lo que nos ha llevado a la élite. El sentimiento de grupo, de compañerismo que había para hacer algo grande. Nuestro club es un ejemplo de que cuando todos remamos en la misma dirección, podemos conseguir grande éxitos.

-Además del compañerismo, ¿cuáles crees que son los valores que han contribuido al despegue del club?

-Trabajamos diariamente para que el club más que una empresa de la que son trabajadores, se sientan como en casa. No queremos perder la esencia a pesar de estar arriba. Los pies siempre los mantenemos en la tierra tanto con los jugadores, como con los mismos socios. Hay que estar cerca de ellos para que ese sentimiento de grupo se mantenga y que todo el mundo sienta que forma parte del éxito.

-¿Os sentís apoyados en Córdoba?

-Por supuesto. Siempre lucho contra el sentimiento que hay contra Córdoba. Este reconocimiento es una muestra de que la ciudad nos está dando mucho más de lo que podíamos aspirar. Estamos muy orgullosos de llevar la marca Córdoba en nuestro nombre y de trabajar por ella. Desde aquí quiero agradecer a toda la sociedad cordobesa y, en concreto, a Diario Córdoba porque estáis volcados con nuestro proyecto.

-Gracias por la parte que nos toca. Ante esta designación, ¿ha echado usted la vista atrás para pensar especialmente en algún logro en particular?

-He sido una persona que siempre he estado en muchos proyectos pero hay una cosa de la que me siento especialmente orgulloso y es la fundación de la asociación para impulsar la restauración de la Iglesia de San Agustín. Gracias al trabajo que hicimos ese momento, conseguimos que se ejecutara. Era algo que nadie veía viable y, finalmente, lo conseguimos. Hoy en día, cualquiera que entra en San Agustín, se queda maravillado.

-Usted siempre se ha implicado mucho, y en diferentes ámbitos con Córdoba. ¿Por qué le gustaría ser recordado?

-Los ídolos hemos visto que terminan cayendo. Simplemente quiero ser recordado como un cordobés que hizo todo lo posible por engrandecer un poco más a su tierra. Además, me rebelo ante el hecho de que muchas noticias de Córdoba sean negativas. Estamos ante una de las ciudades más bonitas del mundo y tenemos que vender todas las virtudes que tiene para conseguir lo que Córdoba se merece. Ahora me ha tocado estar en el ámbito del deporte pero hay mucho más y hay que dejar de lamentarnos para luchar entre todos porque tenemos materia prima para explotar y sacar pecho.