El 4º Congreso Córdoba, ciudad de encuentro y diálogo, organizado por la Universidad de Córdoba, la Cátedra Unesco y la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) convertirá a la ciudad durante tres días en altavoz de los desafíos que plantea la movilidad humana y de la vulneración de derechos que sufren los inmigrantes. Una de las realidades más dramáticas es la situación de desprotección que padecen los menores que llegan solos y que son «despojados» de su infancia, según algunos de los expertos que intervinieron ayer, al poner su condición de extranjeros por delante de su edad y del hecho de que son niños. Lourdes Reyzábal, presidenta de la Fundación Raíces, expuso las condiciones en las que se establece la edad de estos menores, asegurando que «en la fiscalía se sigue desnudando a los niños ante los forenses atendiendo a elementos como el tamaño de las mamas de una niña para determinar si es o no mayor de edad». Denunció además las dilaciones en los procesos de identificación que «hacen que no se constituyan las tutelas de los menores, de forma que no aparecen en los registros policiales, lo que impide tener datos reales sobre cuántos llegan y cuántos se quedan en España, haciendo además que al cumplir los 18 años van a la calle y pasan a estar en situación irregular porque no se les ha tramitado los papeles».

La jefa de Extranjería del defensor del pueblo, Elena Arce, coindició en el diagnóstico y recordó que la ley determina que hay un máximo de nueve meses para completar la documentación de los menores, señalando que se trata de «un periodo máximo» que ni siquiera se está cumpliendo ya que en muchos casos se alarga durante años sin llegar nunca a completarse antes de que cumplan los 18 años.

Asimismo, llamó a reflexionar sobre el hecho de que se trata de niños y que deben ser tratados como tal independientemente de dónde han nacido. «Hemos asumido que hay miles de niños a los que, por abandonar sus países de origen, los podemos despojar de sus derechos», recalcó, insistiendo en la laxitud de las administraciones, también la andaluza, en los trámites para la asunción de tutela.

El relator de la ONU para los Derechos Humanos de los Migrantes, Felipe González, puso el acento en las niñas y aludió a dos informes que su departamento está ejecutando bajo la perspectiva de género para destacar «la situación de vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres migrantes, especialmente las niñas, ya que constituyen la mitad de la población desplazada». En esa línea, recalcó que en la legislación internacional los derechos humanos de los migrantes priman por encima de la seguridad y no al revés. Por otro lado, lamentó el fortalecimiento del discurso «racista y xenófobo», canalizado de múltiples formas, que lleva a la estigmatización de las personas migrantes.

Antonio Ruiz, Gómez Villamandos, Isabel Ambrosio, Rogelio Velasco, José Sánchez y Manuel Torres. CHENCHO MARTÍNEZ

Por su parte, el consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco, aseguró ayer que el Gobierno andaluz «no aceptará presiones de Vox ni de ningún partido en materia de inmigración» y llamó a una mayor coordinación entre las distintas administraciones, incluyendo la europea, para «una integración en positivo rápida y lo más eficaz posible». En este sentido, Velasco expresó su convencimiento, durante la inauguración del congreso, de que «necesitamos inmigrantes porque el aparato productivo y económico lo demanda», señalando la caída progresiva de la natalidad en Europa como argumento para tal integración ya que «la falta de nacimientos generará pronto un gran problema en los mercados de trabajo».

Además del consejero, la inauguración del congreso contó con la presencia de la alcaldesa de Córdoba, el presidente de la Diputación provincial, el rector de la UCO, el rector de la UNIA y el director de la Cátedra Unesco.