Los casi cuatro años de legislatura han concluido con las grandes infraestructuras pendientes en lista de espera, donde seguirán, ya que ni siquiera están contempladas en el plan Pista, que ha sido revisado y actualizado. En esa lista continúan la Autovía del Olivar, que sigue con solo un tramo en servicio, el que une Lucena y Cabra; la autovía de El Carpio-Torredonjimeno, atascada desde que entró en exposición pública en el 2010; la variante de Villarrubia y la duplicación de calzada de la carretera de Palma del Río, que tienen proyectos aprobados desde el año 2011.

La ronda Norte, un proyecto ambicioso y caro presentado en el 2010 que necesita una redefinición que aún no tiene, es otra iniciativa en compás de espera, aunque ahora corre más prisa que nunca ya que el Ayuntamiento va a iniciar su parte, la ejecución de 2,3 kilómetros de los 6 previstos entre Fuente de la Salud y la N-432. El problema es que cuando esté acabada, faltará el tramo entre Fuente de la Salud y la ronda de Poniente que debe ejecutar la Junta. A estos proyectos se une otro olvidado hace siete años, la torre de Noreña, donde iban a mudarse varias delegaciones.

Del Plan Andaluz de la Bicicleta queda mucho por hacer. El documento del 2014 contemplaba 31 kilómetros de vías ciclistas urbanas, de los que se ha acometido una mínima parte, solo los 3,2 kilómetros ahora en ejecución y que estarán acabados en noviembre. También resta trabajo, una segunda fase, en la ronda del Marrubial, ya que hay que acondicionar toda la parte que hay próxima a las viviendas, cuyas obras, que debían empezar justo cuando acabaran las de la primera fase, ni siquiera han sido licitadas, por lo que será uno de los proyectos que quedarán para la próxima legislatura y que ni siquiera estará concluido para las municipales. Cuando esté toda la intervención, la ronda contará con cuatro carriles más la vía ciclista. Para las obras de esa segunda fase debe culminar el proceso de expropiación iniciado por Urbanismo de una manzana situada entre los dos supermercados. Hay que expropiar también los pabellones militares, aunque de cara a la obra solo hace falta la parte de la verja, de la que el Ayuntamiento espera su cesión el tiempo que duren los trabajos.

Una segunda fase resta también dentro del Palacio de Congresos, ya que lo que ahora se pone en uso es solo la mitad. La Junta ha decidido intervenir en más estancias y no solo en las que tenía en mente cuando ideó en el 2012 reformar el edificio para dotarlo de más butacas. Sus planes eran también empezar las obras nada más terminar las que han culminado en septiembre, pero el proyecto se encuentra en Urbanismo a la espera de licencia.

El prometido plan director para el yacimiento arqueológico de Medina Azahara es otra de las tareas que tendrá en los próximos meses la Junta, que deberá tener en cuenta las parcelaciones existentes. Las elecciones autonómicas tendrán incidencia en la nueva ley urbanística (LUSA), que no se ha llegado a aprobar. Queda por ver también qué contribución hará la Junta al cercanías.