El PSOE andaluz, con Susana Díaz a la cabeza y hasta siete autobuses llegados de toda la provincia, se reunió ayer en Córdoba, en la plaza de Fátima, para iniciar con un mitin y sin pegada de carteles una campaña que se prevé «difícil». Lo dijo Díaz, que respondió a «la borrachera de encuestas» de algún partido asegurando que «el PSOE es muy grande». Luciendo una enorme rosa en el pecho, la presidenta de la Junta intentó contagiar de entusiasmo a los suyos recordando que la prioridad es «sacar a Rajoy de la Moncloa» y que «ya llevamos seis meses de retraso». Crecida en el cuerpo a cuerpo, en el que Díaz es experta, tiró de argumentario y tras insistir en que «nadie como el PSOE para blindar la sanidad pública, la educación y que nadie meta más la tijera en las pensiones», situó a su partido «entre el miedo a los populismos» del PP y la izquierda «que guarda rencor a los socialistas» y que representa Unidos Podemos. Y es que, en su opinión, algunos no olvidan «que nosotros decidimos que no queríamos la revolución sino reformas y no queríamos ir a las barricadas sino estar en los parlamentos». En referencia a Pablo Iglesias, Susana Díaz dijo que «no hay político más chaquetero que él, que no lleva chaqueta pero las tiene todas» porque «unos días es de centro, otros de izquierdas y ahora quiere ser socialdemócrata», y criticó que haya permitido «dar una prórroga a Rajoy solo para evitar que gobernara el PSOE».

Para la presidenta, «la gran batalla de estas elecciones generales se da en Andalucía» y por eso insistió en que «solo quedan 15 días para decidir qué España queremos».

La alcaldesa, Isabel Ambrosio, que abrió el mitin asegurando que «cuando en España ha habido un gobierno socialista a Andalucía le ha ido bien», volvió a hablar de Julio Anguita. «El otro día dije que me entristecía que hubiera firmado la defunción de IU y hoy digo que han perdido sus siglas, su bandera y su ideología».