El arquitecto Rafael de La-Hoz Castanys, hijo del desaparecido arquitecto Rafael de La-Hoz Arderius, que fuera coautor de las celosías que cierran varios de los arcos que la Mezquita-Catedral de Córdoba que dan al Patio de los Naranjos, ha afirmado este martes que este monumento "no puede permitirse una falsificación" y que por eso presentará un recurso de alzada contra la resolución de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Córdoba que autoriza el proyecto del Cabildo Catedral de sustituir la celosía del arco número 17 por una puerta que la imitará.

En rueda de prensa, De La-Hoz ha explicado que la presentación de dicho recurso, ante la titular de la Consejería de Cultura, Rosa Aguilar, es la opción que le queda después de que fueran rechazadas sus alegaciones previas al proyecto aprobado y cuando ni si quiera se reconocía la autoría de su padre, en colaboración con Víctor Caballero Ungría, en el diseño de las celosías, que fueron instaladas en los años 70 del pasado siglo y cuya retirada, en el caso de la que cubre el arco número 17, supondrá "su destrucción".

En este sentido, De La-Hoz ha señalado que se trata de "una celosía que pesa dos toneladas", de madera maciza de cedro, que es "como un muro de ladrillo", pero en este caso construido con "piezas macizas de madera apiladas unas sobre otras", de modo que "su desmontaje implica su destrucción", lo cual no es aceptable para este arquitecto, pues "no es una solución adecuada", dado que surge de "una visión política", el que se sustituya la celosía por una puerta "de acero, que se revestirá de madera, a imitación de la celosía" que se elimina, lo cual equivale a "colocar bisutería".

De La-Hoz, que no descarta acudir a los tribunales si la vía administrativa (que culmina con el recurso de alzada ante Rosa Aguilar) no supone la retirada o modificación del proyecto, entiende que la solución que se busque debe conllevar, al menos, consultar al Icomos y al Instituto Nacional de Patrimonio, entre otros organismos, teniendo en cuenta que la Mezquita está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Cualquier opción que se busque para este proyecto, mediante el que el Cabildo quiere facilitar la entrada y salida de los pasos de Semana Santa por el interior del templo, debe implicar que "lo nuevo debe integrarse con el monumento", es decir, "debe integrarse con las celosías existentes", quedando claro, según ha insistido De La-Hoz, que el proyecto "lo que no puede es imitar, lo que no puede es falsificar" a dichas celosías, ya que, según ha argumentado, "no lo permite la Ley, ni el sentido común", porque "la Mezquita de Córdoba no puede tener piezas falsificadas".