El ministerio fiscal relata en su escrito de acusación que sobre las 4,10 horas del 22 de octubre del 2010, el vigilante de una discoteca pidió a dos clientes que cambiaran sus vasos de cristal por otros de plástico al salir del local, a lo que estos se negaron. Así, el vigilante agarró a uno de ellos del brazo y se originó una pelea en la que se intercambiaron golpes. El vigilante sufrió una herida en la cabeza y los clientes, en la cara. El fiscal pide para el vigilante 18 meses de prisión por dos delitos de lesiones, mientras que para los clientes solicita para cada uno una multa de 270 euros por una falta.