Juan sueña con motivar a los jóvenes con su aventura. Su discurso, tan utópico como práctico, defiende la búsqueda de la felicidad. "Tengo hijos pequeños y me gustaría que vivieran en un mundo en el que la gente luche por lo que desea, por saber qué y quiénes son, ojalá pueda transmitir a la juventud que no hay que tener miedo a los cambios, ni esperar a que los cambios se produzcan solos, sino provocarlos".