El sueño de Encarnación, viuda desde hace años, de María del Mar, de Pilar, de Juan y de toda la familia, es volver a respirar tranquilos. "Todo lo que está pasando nos parece una barbaridad y una injusticia, ya sabemos que los bancos no tienen sentimientos, pero juegan con nuestras vidas con total impunidad y no tenemos armas para defendernos", afirman.