NACIO EN MADRID (48 AÑOS).

TRAYECTORIA LA ASOCIACION QUE DIRIGE CUENTA CON 73 ESTABLECIMIENTOS EN CORDOBA DE DIA, SUPERCOR, EROSKI, CARREFOUR EXPRESS Y LIDL.

--¿Qué función tiene la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados?

--Como patronal defendemos los intereses de las empresas que desarrollan una función tan loable desde el punto de vista económico como hacer llegar a los consumidores alimentos en las mejores condiciones de calidad, variedad, surtido y precios, además de tratar de contribuir a mejorar el análisis y diagnóstico de los problemas que está sufriendo la cadena y más en una situación como la actual, con una crisis económica como nunca se había conocido. Esta crisis ha provocado unos cambios de hábitos muy importantes en los consumidores, problemas importantes en las familias, que cada vez necesitan una mayor contribución del conjunto del aparato productivo para que esa bajada de ingresos le repercuta lo menos posible en sus condiciones de vida. Ahí, la distribución tiene un papel muy importante que jugar para que se mantengan los niveles de consumo en productos tan importantes como el aceite de oliva.

--¿Qué protagonismo tiene el aceite para los supermercados?

--Para las cadenas de distribución forma una parte indispensable del surtido de productos. Tienes que darle al consumidor soluciones, que se adapten a sus necesidades, a sus gustos y a sus bolsillos. En el año 2007 hicimos un informe sobre las transformaciones estratégicas que deberían tenerse en cuenta en el sector alimentario. El sector productor y transformador debe tener un objetivo a medio y largo plazo. Ese objetivo no puede ser otro que ser rentable. Para ser rentables hay que tener una dimensión competitiva, una dimensión suficiente para poder competir en el mercado. Si no eres capaz de proporcionar al mercado nada diferenciado que se reconozca serás un agente pasivo del mercado. Hablando del aceite, si no eres capaz de aportar nada especial en calidad, en variedad, en precios, no negociarás. Tendrás el resultado de otra cosa que hayan negociado por ti o tendrás los restos que queden en el mercado de otros agentes más competitivos. Y para eso hay que tener una dimensión competitiva. El agricultor debe generar estructuras que aporten unos inputs que te permitan optimizar las compras, tratando de mejorar las condiciones y avanzar en los procesos de envasado y comercialización. A largo plazo hay que conocer bien el mercado, hacer un buen diagnóstico, producir lo que quiere el mercado y profesionalizar la gestión.

--¿A qué se puede achacar la situación de bajos precios en origen del aceite de oliva, a la gran producción de las últimas campañas o a la crisis?

--A las dos cuestiones. Fundamentalmente a un desfase entre la oferta y la demanda. Hay un exceso de oferta y una demanda que está cada vez más condicionada por el factor precio. Es un funcionamiento normal del mercado.

--¿La gran superficie vende aceite a pérdidas?

--La regulación de la venta a pérdidas es tan clara como que en la Ley de Ordenación de Comercio Minorista se prohíbe la venta a pérdidas de la distribución comercial. No solo se prohíbe, sino que además hay inspecciones de los órganos administrativos. Cuando se han producido denuncias, en la inmensa mayoría de los casos, por no decir todos, se ha demostrado que no había venta a pérdidas. Lo que sucede es que los precios de determinadas industrias, por el exceso de oferta, son cada vez más bajos.

--¿A los supermercados les interesa que el precio en origen esté más bajo?

--Los supermercados no fijan el precio del aceite, lo fija el mercado. Nosotros somos operadores en un mercado cuyo principal aprovisionador es la industria envasadora, que es la que proporciona más del 50% de la producción mundial del aceite. Cada empresa decide libremente cuáles son sus políticas de precios y márgenes. Nuestro sector es muy competitivo.

--¿Qué hay que hacer para cambiar la dinámica del sector?

--Necesitamos un plan estratégico para el sector, pero un plan estratégico serio y profesional, en el que se tengan en cuenta las posturas de todos los agentes y los grandes retos que plantea el mercado exportador. La producción nacional no se puede absorber únicamente con el consumo español, y el plan estratégico del olivar debe apostar por generar un mercado mundial de un producto tan importante y saludable como el aceite de oliva y en ese proceso el papel de la distribución organizada es determinante.

--¿A la cadena de distribución le interesa un sector desorganizado?

--No, le interesa que esté organizado, que sea eficiente, porque nuestras empresas necesitan suministradores que sean capaces de aportar el producto en condiciones de cantidad, calidad, precio y tiempos. Ahora mismo tiene mucho que mejorar.

--Algunas organizaciones han cuestionado la calidad de algunos de los aceites que se ponen en el mercado. ¿Son fiables los controles de calidad del aceite?

--Todo el sector, en el que nos incluimos, estamos muy preocupados y estamos trabajando constantemente para asegurar la calidad alimentaria de los productos y cualquier debate que ponga en duda la correcta comercialización del producto no es bueno para ninguno de los agentes de la cadena. Tenemos claro que los aspectos de seguridad alimentaria jamás se deben utilizar como elementos de estrategia comercial. Cualquier escándalo mal planteado introduce factores de distorsión en el mercado.