El campo sigue inmerso en grandes dudas ante la caída de precios en origen que se viene produciendo desde hace más de cuatro años, aunque el consumidor no está beneficiándose en esos mismos niveles de la bajada de cotizaciones que está padeciendo el agricultor por los márgenes comerciales que mantienen la cadena agroalimentaria. El último informe de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y las organizaciones de consumidores UCE y Ceaccu, que recoge datos de febrero, refleja con claridad esta divergencia. Mientras que los precios en el campo han caído una media del 11% en un año, los márgenes comerciales de la cadena agroalimentaria han aumentado un 19% respecto a febrero del 2010.

El Indice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD), que elabora COAG, refleja que los alimentos multiplicaron por 4,35 su valor en el camino que va del campo a la mesa, mientras que en febrero del 2010 lo hizo por 3,65.

Entre los productos que han sufrido caídas respecto a los valores que tenían en febrero del 2010 se encuentran los naranjas (-25%) y limones (-44%), los tomates para ensalada (-43%) o el aceite de oliva virgen extra (-8%). Pese a esto, algunos como las mandarinas o las lechugas registran un precio final más alto que hace un año.

El índice de precios elaborado por COAG resalta incrementos porcentuales entre el origen y la mesa que llegan al 1.544% en la col, el 722% en el limón o el 531% en la mandarina. En este último caso, por ejemplo, se paga al productor 0,26 euros por kilo, mientras que el consumidor tiene que abonar 1,64 euros, lo que supone multiplicar por 6,31 su valor en origen. Por lo que se refiere al aceite de oliva virgen extra, el agricultor está recibiendo 1,98 euros por kilo, mientras que el precio de destino llega a 3,37 euros, es decir, se produce un incremento del 70% en el campo y la mesa.