El paso de Juana Martín por la pasarela Cibeles nunca pasa indiferente. Y este año menos que nunca. El desfile de la cordobesa estuvo este año plagado de anécdotas para el recuerdo y aún dan coletazos los ecos de una colección exitosa en cuanto a propuestas de moda y digna de comentar en lo referente a la puesta en escena.

La diseñadora recordaba ayer en la presentación de la gala benéfica contra el cáncer los momentos de tensión vividos en Madrid al ver cómo las modelos caían sobre una pasarela llena de trampas para las modelos. La primera en caer fue Miss España, Natalia Zabala, que salió del backstage , envuelta en transparencias, y vio todo su ímpetu desbordarse en una caída estrepitosa que Juana Martín achaca al suelo de la pasarela. "No sé qué echaron, pero había algo que hizo resbalar a más de una". Según el presentador de Onda Mezquita Jorge Carmona, "cinco chicas cayeron al suelo en distintas posiciones" para levantarse después con cara de circunstancia entre los aplausos de ánimo del público. El espectáculo siempre debe continuar. Los traspiés dieron paso al miedo y las esbeltas figuras de las elegidas para el desfile intentaron guardar el tipo con la mayor de las elegancias. "Yo nunca acabo la pasarela, pero este año andé cuatro pasos y me di la vuelta para evitar caerme yo también", bromeaba la cordobesa recordando ante la prensa aquel momento. Entre el público, caras conocidas de la política local como Rafael Blanco, Victoria Fernández, Carmen Sousa, Ana Moreno y Alfonso Igualada se entremezclaron con famosos como Pastora Vega, Jacqueline de la Vega, Sandra Ibarra o Juan Ramón Lucas. Lo peor en estos casos es que los nervios ante el peligro de que las modelos no salieran ilesas eclipsara la belleza de unas propuestas cargadas de calidad artesanal, tejidos bien tratados y sensualidad.

La rumurología que sigue a este tipo de catástrofe escenográfica, registrada no solo en el desfile de Juana Martín sino en pases anteriores, se acrecenta con el paso de los días y ayer había quien aseguraba que, en medio del caos, alguien había robado un traje a la diseñadora cordobesa, algo que ella desmintió con rotundidad.

Lo que sí tuvo lugar, una vez concluido el desfile, fue el desvanecimiento de la diseñadora, algo que muchos explicaron por el agotamiento previo y por los nervios de la tarde, pero que ella comentó fue debido a "un cólico", algo así como una indigestión que dio la cara nada más acabar el pase de sus trajes. Entre bambalinas, el peluquero de Juana, Rafa Maqueda, hacía frente a los comentarios. "Las caídas estaban previstas", aseguró entre bromas. Nada mejor que un poco de humor.