La Caja Rural de Córdoba incrementó en 2003 sus beneficios netos por quinto ejercicio consecutivo al situarse en 3,21 millones de euros, un 4,08% más que en 2002, según la cuenta de resultados aprobada ayer por la asamblea general de la entidad de ahorros. Estos datos, según indicó el presidente de la entidad, Ricardo López, se producen a pesar de cerrarse un año caracterizado por la dificultad como consecuencia de la continua bajada de los tipos de interés, la política de expansión y de perfeccionamiento de las estructuras de la caja o la política monetaria en materia de provisión, que no sólo se ha mantenido, sino que se ha acentuado.

A pesar de estas razones, el director del área de Negocio de la entidad, Rafael Zurita, precisó que el pasado ejercicio se registró un importante incremento de los créditos sobre clientes, al alcanzar los 465,77 millones de euros (ha aumentado un 30%). En este sentido, Zurita resaltó que la actividad crediticia dominante sigue siendo la agraria, aunque cada vez crecen en importancia otros sectores como la construcción o los servicios. "Uno de los grandes retos que nos trazamos es la diversificación de la actividad, junto con la implantación en los polígonos industriales de Córdoba", explicó. Así, la Caja Rural abrió en enero una oficina en La Torrecilla, mientras que prevé también inaugurar una oficina en Las Quemadas.

OTROS DATOS Por lo que se refiere al margen de explotación, el resultado ha crecido un 8,82%, situándose en 7,55 millones de euros, mientras que los activos totales medios se han elevado el 7,11%, alcanzando los 673,39 millones de euros.

Con respecto a la posible fusión de la Caja Rural con otras entidades, Rafael Zurita indicó que este proyecto "no es el objetivo prioritario, porque no necesitamos una fusión con nadie".