Pilar, Lola y Lucía no olvidarán el 2002, un año en el que su vida dio un giro de 180 grados, aunque ellas pongan todo el empeño del mundo en revestir de normalidad una serie de hechos: sacar su primer disco y dar con él la vuelta al mundo, conseguir ser número uno de ventas más allá del mercado europeo durante meses, llenar las vitrinas de su casa de premios y más premios... Y, como colofón, ser reconocidas Cordobesas del Año por un jurado de especialistas en el apartado de Espectáculos y añadir a este galardón la guinda de ganar la votación que Diario CORDOBA realiza para elegir al más popular entre todos los premiados en cada edición, algo "muy especial por venir de la gente de nuestra tierra, a la que paseamos por donde quiera que vamos y de la que hablamos encantadas". Aunque su agenda está repleta de compromisos y viajes, con un poco de habilidad y buena suerte, conseguimos que Lola y Pilar (a Lucía le fue imposible asistir) nos contaran su experiencia, sus proyectos y, sobre todo, la sensación que produce tanta popularidad.

Un jurado de especialistas os nombró Cordobesas del Año 2002 en el apartado de Espectáculos. Pero la gente, a través del sorteo de Diario CORDOBA, os ha elegido las más populares de todos los premiados. No cabe duda de que sois muy queridas.

--Sí y es una maravilla. Al principio, el año pasado, nos sentíamos muy raras cuando nos miraban por la calle y se acercaban a pedirnos autógrafos. En el fondo, lo que pasaba es que nos daba un poco de vergüenza, de corte. Pero la gente se acercaba con mucho cariño y, con el tiempo, todas nos hemos acostumbrado. Me acuerdo un día que, al llegar a casa de mi madre --especifica Lola--, tardé casi una hora en poder subir a verla porque la gente no me dejaba pasar del portal.

¿Qué pensáis de la leyenda de que Córdoba no valora lo que tiene?

--La verdad es que vas a Sevilla y lo más insignificante se sobrevalora de una forma increíble. Apoyan todo lo suyo. En Córdoba hay mucho arte por todos lados y a las cosas hay que darle la importancia que tienen. A lo mejor, lo que pasa aquí es que hay tanto bueno que no le damos importancia. A nosotras eso no nos preocupa porque nos gusta pasar desapercibidas, pero hay gente por ahí que merece mucho la pena y, en efecto, no se la valora. Nosotras hemos tardado un año en hacer un concierto en Córdoba. Sin embrago, hemos trabajado mucho en Málaga, Huelva, Cádiz...Y teníamos unas ganas locas de hacerlo aquí por nuestros amigos, nuestra familia.

Habéis estado prácticamente fuera de Córdoba durante los últimos doce meses y habréis encontrado y conocido a mucha gente. ¿Os sentís ahora más divididas, compartidas por muchas más personas?--Al revés. Nos sentimos más integradas. Siempre hay gente que conoces y se queda en el camino, mientras que hay otros que te aportan cosas y se crean nuevas amistades.

No cabe duda de que profesionalmente habéis dado un triple salto mortal. ¿Y en el terreno personal?--Hemos crecido como personas. Todo lo que te pasa a lo largo de tu vida se traduce en un conocimiento y siempre se aprende. Nosotras le prestamos mucha atención a todo lo que nos sucede y, al entrar en un mundo totalmente desconocido como éste, el aprendizaje resulta intenso. Descubres muchas cosas de ti y eso es lo más interesante. Conocernos y saber que todas las cosas tienen un porqué. Esto, al principio, fue un desbarajuste. Nosotras no le dábamos la importancia que le daban los demás. Con el tiempo, forma parte de tu camino. ¿Valoráis ahora las cosas de otra manera?--Las cosas pequeñitas se disfrutan ahora al cien por cien. Anoche estaba yo sentada en una terrazita con unas amigas --señala Pilar--, tomando una cañita fresquita en medio de un silencio maravilloso y eso es un verdadero lujo. ¿Habéis sentido mucho la ausencia de vuestros seres queridos este año?--La verdad es que hemos estado muy acompañadas por nuestros hermanos, que forman parte de la banda de músicos que va con nosotras, y por nuestra madre, que nos ha acompañado mucho. También hemos venido cada vez que hemos podido, sobre todo yo --matiza Lola--, que he hecho verdaderas locuras por estar en Córdoba, aunque sea un par de horas. El AVE es como mi casa. ¿Cuántas veces habéis llorado de emoción en estos últimos meses?-- Muy poco. Yo recuerdo cuando nos dieron el premio Ondas --dice Lola--, que lloré emocionada porque me sentía coja y manca sin mis hermanas. ¿Y reído?--Un montón. Y de cansancio. Nosotras liberamos más emoción con la risa que con el llanto. A veces ni siquiera sabíamos por qué nos reíamos. ¿Cuántas veces se os ha puesto el pelo de punta ante el éxito?--Nosotras siempre hemos sabido dónde estamos. Nos hemos tomado el éxito con toda la naturalidad del mundo. Es un trabajo como otro cualquiera. Al principio fue más difícil. Fue una burrada; estábamos con los conciertos del verano cuando hubo que suspenderlos por la promoción internacional. En fin, un lío, pero ahora lo disfrutamos más y cuando se acabe se acabó. Vivimos el aquí y ahora. Mañana, Dios dirá. Esto es un regalo al que todavía no has quitado el lazo. Nunca se sabe lo que es mejor o peor. ¿Sentís que habéis madurado profesionalmente en este último año?-- No somos ese grupo típico que tiene su local de ensayo, que trabaja todos los días. Todo el mundo tiene su proceso y nosotras no hemos tenido tiempo para eso, creo que hemos empezado por el final. ¿Cómo se creó Las Ketchup ? ¿Desde cuándo tenéis noción de que queríais esto?-- Un día dijimos: "Vamos a ser Las Ketchup ". Nos apetecía mucho. Sucedió de una manera natural, en ningún momento nos sobrecogió y, con la misma naturalidad, nos hemos tomado todo lo demás.

¿Valoráis ahora las cosas de otra manera?

¿Habéis sentido mucho la ausencia de vuestros seres queridos este año?

¿Cuántas veces habéis llorado de emoción en estos últimos meses?

¿Y reído?

¿Cuántas veces se os ha puesto el pelo de punta ante el éxito?

¿Sentís que habéis madurado profesionalmente en este último año?

¿Cómo se creó Las Ketchup ? ¿Desde cuándo tenéis noción de que queríais esto?

Las Ketchup

Habéis crecido en un am-