Cuando paraba el tren

Cuando ahora se está demandando tanto el tren de cercanías viene a colación el cuaderno cultural número 10, editado por el Ayuntamiento de Villa del Río, titulado El Amanecer, donde se recoge un minucioso estudio de Francisco Pinilla y Catalina Sánchez con motivo del 150 aniversario del paso de trenes por la línea férrea desde Vilches a Córdoba.

Ciento cincuenta años, siglo y medio, se cumplió el pasado 15 de septiembre desde que circulan los trenes po esta localidad, «pues en esa fecha tuvo lugar la inauguración oficial del tramo de ferrocarril desde Vilches a Córdoba», comentan los cronistas oficiales.

El pasado 15 de septiembre de hace 150 años se inauguró la citada Línea de Ferrocarril, que une en 145 kilómetros el trayecto de Vilches a Córdoba, y ponía en comunicación para el traslado rápido de viajeros y mercancías a las poblaciones de Vilches, Vadollano, Baeza, Las Madrigueras, Jabalquinto, Mengíbar, Espeluy, Villanueva de la Reina, Andújar, Arjonilla, Marmolejo, Villa del Río, Montoro, Pedro Abad, El Carpio, Villafranca, Alcolea y Córdoba.

A partir de entonces se estableció un servicio de trenes de viajeros diario que unía la capital de España, Madrid, con Córdoba. La expansión del ferrocarril desde su aparición, en el siglo XIX en Inglaterra, no ha cesado de implantarse en nuevos territorios y continentes, y de crecer en el mundo. En España disponemos de más de 20.000 kilómetros de vía.

En el citado documento se recoge que, en el siglo XIX, el Estado puso su interés gubernamental en el tendido de una línea de ferrocarriles que sirviera de penetración en Andalucía desde el centro de España, cuyos trabajos ya habían comenzado a ejecutarse en el trayecto de Madrid hacia Aranjuez, y a continuación ordena el estudio de la prolongación del trazado, que llegando hasta Manzanares se alargase hasta Córdoba.

Este proyecto se pujó en subasta pública en el Ministerio de Fomento, y aprobó las obras y la explotación del tramo ofertado a la compañía constructora de ferrocarriles denominada Madrid- Zaragoza y Alicante (M. Z. A.), que es la que lo llevó a efecto.

Comentan los autores que «el proyecto de ejecución, como toda gran obra, conllevó un gran movimiento de personal técnico; el que se desplaza a Villa del Río para el estudio y la toma de datos sobre el terreno, estudiar la mejor ubicación de la línea general y de la estación de viajeros y servicios auxiliares para su explotación, como son: la explanada de accesos; las vías para las maniobras y de apartadero, las vías para los vagones destinados a carga y descarga de mercancías y animales; muelles cerrados para la guarda de mercancías; patios abiertos para la separación de animales que esperan su transporte; instalación de los cubatos, depósitos de agua para el repuesto de las máquinas de vapor, para beber los animales, para los servicios de cantina, etcétera».

Francisco Pinilla, un ferroviario jubilado, relata que «la economía, la burocracia y el mundo laboral en Villa del Río iba a experimentar un considerable aumento y agitación en los tranquilos moradores de la villa, producido por las expropiaciones de terrenos que se avecinan para el tendido y uso de la vía, y el dinero va a cambiar rápido de bolsillos y será más eficiente en los comercios». Tanto el concejal de Cultura, Fran Luna, como el alcalde de Villa del Río, Emilio Monterroso, agradecieron a los autores su esfuerzo documental. H