Los jóvenes están cada vez más concienciados de la problemática del cambio climático y de la necesidad de apostar por un mundo más sostenible. Entre los diversos ejemplos que pueden señalarse desde Córdoba cabe mencionar el proyecto Sallejeando para aumentar el número de personas con acceso a agua limpia transformando la humedad del aire, presentado por cinco jóvenes alumnas del Colegio La Salle, que recientemente han sido ganadoras de la primera edición cordobesa del concurso de emprendimiento juvenil Ideas Loyola para estudiantes de ESO y Bachillerato, organizado por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Loyola, el área de Emprendimiento Loyola Initiatives y el servicio de Orientación e Información de esta universidad, así como por la ONGD Entreculturas.

Un certamen que ha premiado a las mejores ideas de emprendimiento, innovadoras y diferentes «que han propuesto soluciones reales a retos sociales y medioambientales, dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)», según ha informado esta universidad. Todos los proyectos participantes se han centrado en resolver retos identificados con dos ODS diferentes: aumentar el número de personas con acceso a agua limpia y potable (ODS 6), o producir y consumir de forma más responsable y consciente (ODS 12).

El citado equipo del colegio La Salle de Córdoba, formado por las alumnas Inés Varona, Cristina Hidalgo, Lourdes Apalategui, María Sánchez y Julia Sánchez, de primer curso de Bachillerato -bajo la coordinación del profesor Francisco Javier Zarza- fue el elegido por el jurado para alzarse con el primer premio en la final cordobesa, celebrada en el campus cordobés de la Universidad Loyola el pasado mes. Sallejeando propone aumentar el número de personas con acceso a agua limpia usando un sistema ideado por un investigador español, Enrique Veiga, que a través de maquinaria transforma la humedad del aire en agua.

Lundazi, en Zambia, es la destinataria del proyecto. CÓRDOBA

En concreto, esta propuesta se centra en Lundazi, una zona rural de Zambia donde escasea y es difícil obtener agua limpia, con una alta mortalidad infantil. Lundazi es una zona desértica donde no llueve prácticamente nada, pobre, con temperaturas frías y bastante alejada del océano Atlántico.

Para poder extraer agua del océano y que llegase a esta zona se necesitarían crear canales subterráneos y poner en marcha máquinas desalinizadoras, «ambas herramientas de un coste inconquistable y con muchos obstáculos», como explica Francisco Javier Zarza que indica este proyecto ganador.

Por ello, y ante estos costes y dificultades, a estas estudiantes se les ocurrió utilizar el citado sistema ideado por un investigador español.

Además, el proyecto busca solucionar el problema de contaminación del lago de aquella zona, el lago Malawi, amenazada por la explotación minera, para lo que estas alumnas proponen limpiar y potabilizar el agua dulce con un tipo de algas filamentosas que absorben el CO2 y otros contaminantes. «Una solución de bajo coste y ecológica», afirma este docente.

De ponerse en marcha en realidad, este proyecto beneficiaría a toda la población de Lundazi, unos 22.500 habitantes. Para ello, estas alumnas proponen en su proyecto, incluso, colaborar con una conocida multinacional española de marcas de ropa y con el Gobierno de Lundazi, además de con campañas de crowdfunding.