Aunque en España aún no son muy comunes, las cámaras timbre están muy extendidas en otros países como Inglaterra, en la que una de ellas ha grabado una situación de lo más desagradable que tiene como protagonista a un gato.

Estas cámaras se activan cuando alguien llama al timbre, de ahí su nombre, y mandan una notificación al móvil si no abrimos, junto con un pequeño vídeo de unos segundos para que podamos ver quién ha venido a casa.

Es lo que sucedió en Buckinghamshire, Inglaterra, cuando un repartidor llamó a la puerta de una vivienda para entregar un sobre, pero la propietaria no estaba, así que le llegó el vídeo.

La dueña de la vivienda vio cómo el repartidor maltrataba a su gato

Cuando la dueña de la casa abrió la notificación se quedó estupefacta, pues pudo comprobar cómo el repartidor intentaba espantar a su gato, que estaba en el porche de la casa, sin que el animal hiciese nada para provocar esta actitud.

Hasta ahí todo era más o menos normal, pero en un momento se ve al hombre agacharse a por una piedra y se la lanza al animal con bastante fuerza, todo ello a pesar de que el gato no le había hecho nada ni lo amenazaba.

Lisa, que así se llama la dueña de la vivienda y de Tumble, el gato, publicó de inmediato el vídeo y la empresa de repartos Evri, en la que trabajaba el mensajero, no tardó en reaccionar pidiendo disculpas y despidiendo al maltratador de animales al día siguiente.

Hay que reconocer que el comportamiento de la empresa de reparto fue impecable, pues no se limitó a pedir perdón, sino que tomó carta en el asunto sin esperar tiempo para que todo se olvidase.

Tumble pasó unas horas con un comportamiento extraño, ya que a pesar de que no sufrió daños, no comió durante la noche y no se quería mover de su rincón, como si no supiese bien lo que estaba ocurriendo.