Santiago Niño-Becerra es un economista español que vaticinó la crisis de 2008 y que en los últimos días ha vuelto a pronunciarse sobre el futuro de nuestro país.

Hace ya 14 años, en una entrevista al diario La Vanguardia, explicó que "en 2010 empezará la crisis de verdad y será brutal, terrible". Unas predicciones a las que, a la luz de la historia, no les faltó razón. Desde entonces, además de su carrera como consultor y catedrático de economía, se ha convertido en una reconocida autoridad mediática para hablar de asuntos económicos.

Hace unos días, se aventuró a opinar a través de su cuenta de Twitter sobre "la caída que viene". Ante las predicciones de los expertos de una recesión que reforzaría la salud financiera del país, "Están empezando a oírse voces en el sentido de que la caída que viene será regeneradora y actuará de turbo para poner en marcha un volver a empezar", el economista ha sido claro.

Santiago se ha posicionado radicalmente en contra de esta línea optimista: "Pienso que no, pienso que la caída será el camino hacia la puerta de un crecimiento muy reducido y concentrado en unos subsectores muy concretos coordinados por una serie de corporaciones globales".

El pronóstico del economista adivina un futuro desigual, con un equilibrio a nivel macroeconómico, pero una incertidumbre permanente para las economías familiares: "El entorno será muy básico para la mayoría, lo necesario será lo importante, ¿recuerdan? Y una minoría concentrará el capital y la riqueza. Recomenzaremos, sí, pero en un entorno limitado y sesgado".

Como ejemplo para apuntalar su teoría, Niño ha puesto el ejemplo de Estados Unidos: "Hoy, en USA, el 1% de la población ya controla más trozo de la riqueza que en 1928