El encuentro del Córdoba CF ante el Villanovense deparó, además la propia del triunfo colectivo, un par de alegrías personales. La de Miguel de las Cuevas fue escenificada en el propio estadio, pues su decisivo gol coincidió con su partido número 100 con la blanquiverde y con su renovación automática al cumplir uno de los puntos de su contrato: llegar a la cifra de 15 entre goles y asistencias (lleva 13 y 2). La otra fue la de Carlos Marín, que mantuvo su portería a cero y se marchó al vestuario con la certeza de tener contrato en vigor para la temporada siguiente, ya en la Primera RFEF.

Carlos Marín tenía fijada una cláusula en la que se estipulaba la activación de una renovación automática en caso de llegar a los 20 partidos oficiales. El portero almeriense lo logró ante el Villanovense, por lo que formará parte de la plantilla cordobesista en el próximo curso si no se produce ninguna circunstancia que lo impida.

Marín, de 25 años e internacional en categorías inferiores con España, llegó al Córdoba CF el verano pasado procedente del Betis Deportivo, tras haber pasado anteriormente por la cantera del Atlético de Madrid. A las órdenes de Germán Crespo ha encontrado su sitio y se ha ganado la confianza del granadino, aprovechando su oportunidad ante los problemas de lesiones de su compañero Felipe Ramos. Sus actuaciones le hicieron ganarse la titularidad y en las últimas jornadas ha protagonizado actuaciones clave para sellar el ascenso.

El almeriense ha jugado 17 partidos del campeonato de Liga en Segunda RFEF, con un balance de 15 goles encajados. Debutó en Liga en el partido ante el Cacereño (5-0) en El Arcángel y desde entonces solo faltó a tres citas. Completó su participación con tres partidos de la Copa RFEF, frente a Torremolinos, Xerez y Ebro. En doce encuentros logró mantener la puerta a cero en el campeonato.