Pletórico y con la felicidad por bandera. Miguel de las Cuevas completó su particular centenario como jugador del Córdoba CF, algo que también vino acompañado de la renovación automática para la siguiente temporada al cumplir una de las cláusulas de su contrato sobre cantidad de goles y asistencias. El alicantino bromeó ante las declaraciones de Germán Crespo donde bromeaba con tenerlo «otros 100 más». Indicó, entonces, que «si lo dice el míster hay que hacerle caso», expuso con una sonrisa.

Uno de sus mejores momentos en cuatro años dentro del club

«Más no puedo pedir», reconoció. «El cariño que noto de la afición, del club, de mis compañeros, me hace muy feliz y estoy muy emocionado». Es un día y una fecha «clave», pero lo nota «en el día a día» porque «venir aquí todo es felicidad, pasan cosas buenas», argumentó. Y es que todo lo ocurrido es «lo que en mi mente estaba pensado para el día de hoy». Eso sí, volvió a reiterar que se queda «con el camino, que es donde disfruto yo». Por ello quiso agradecer «a todos mis compañeros de este año y a los anteriores cuatro», ya que «hay gente que sigue, gente que no, y me llevo de todos un gran recuerdo», apostilló.

Al final del encuentro que concluyó con victoria por 2-0 ante la CF Villanovense le regalaron una camiseta con el dorsal 100. «Va para mi museo personal con la dedicatoria y las firmas de mis compañeros». Además, comentó que «me llena de mucho orgullo que lo hayan vivido mis hijos y mi mujer, no todo el mundo puede presumir de eso».

Sobre la posibilidad de ascender el domingo si gana el Montijo al Cacereño, De las Cuevas reconoció que «sería nuevo para mí pero igual de gratificante y contento». Deseó que los montijanos «nos echen una mano y podamos celebrarlo en Las Tendillas». Pese a que hubo «muchas victorias y se hace un año fácil en ese aspecto», subrayó que «cuanto antes se termine todo, que haya tranquilidad y a planificar el año que viene y tenga tiempo para seguir creciendo». El Córdoba CF lo está haciendo «a un nivel espectacular» y todos forman parte de este éxito.

El ascenso que se aproxima permite que «olvide los cuatro años» anteriores, aunque «de las cosas malas se aprende y te hace que compitas mejor, que generes un sentimiento más fuerte por el club que cuando llegas y va todo bien». Los que llevan un tiempo se sienten «con más fuerza en este club porque hemos estado a punto del abismo y le estamos dando la vuelta». Su mayor deseo era, por lo menos, «devolverlo a Segunda División y ojalá el año que viene se pueda disfrutar de otro ascenso», apuntó.