Una prueba más que válida para seguir con la dinámica positiva. El Córdoba CF superó por 1-3 a la escuadra del Al-Khalidiya con la participación anotadora de Antonio Casas -doblete del rambleño- y Miguel de las Cuevas. Precisamente el alicantino, uno de los capitanes, hizo balance de lo acontecido en el Estadio Nacional de Baréin al término de la contienda. Bajo su criterio, el choque fue "competido con un rival que nos ha exigido". Dicha circunstancia la consideró positiva porque "siempre es bueno jugar contra equipos de otros países para probar y ver el nivel que de verdad tenemos", apuntó.

"Somos unos privilegiados"

El grupo, a más de 7.000 kilómetros de distancia de la ciudad, "responde, como siempre". Eso quedó patente al comprobar que salieron "a ganar" y que continúa en esa línea pese a que en esta ocasión no sirvió "para sumar puntos". No obstante, sí reforzó "el trabajo, la autoestima y ver que para este equipo no hay amistosos que valgan".

Sobre la estancia en el país asiático y todo lo que rodea a la expedición blanquiverde, De las Cuevas indicó que es "una gozada estar aquí ocho días para que el equipo siga haciendo piña", algo que "siempre hubo" y "se refuerza en este viaje". 

Al mediapunta, muy activo en el terreno de juego, se le cuestionó en lo concerniente al cambio radical vivido por la entidad en las últimas temporadas -con especial atención al respaldo de la cúpula bareiní-. "Somos unos privilegiados y tenemos que dar las gracias de que esta gente que está detrás nos apoya en todo, nos mima", declaró. "En el club solo se habla de fútbol", lo que provoca que el Córdoba esté "creciendo". Porque para el 10, sin dudas, el combinado cordobesista "históricamente tiene que estar más arriba" y ahora se está focalizando el esfuerzo en la ardua tarea. "Hay que asentar las bases, el club lo está haciendo y poco a poco está creciendo. Ojalá, en dos o tres años, esté donde se merece que es en el fútbol profesional", finalizó.