El Arcángel lució sus mejores galas para la presentación de las nuevas equipaciones que portará el Córdoba CF durante la temporada 2021-22. Los centenares de espectadores que accedieron al aforo previsto recuperaron la ilusión y la esperanza nada más ingresar al recinto deportivo. A este lugar esperan retornar -ya en el curso liguero- para olvidarse del calvario sufrido hace unos meses y, de paso, reconducir sus fuerzas hacia un horizonte más halagüeño que la Segunda RFEF. El primer acto les llevó a un esperada fecha, la de la muestra de la “piel” que lucirán los jugadores cordobesistas en el segundo año de Givova al frente.

El pantalón negro, un toque que gustó

La expectación se dejó notar. De hecho, los aficionados aclamaron a algunos de los jugadores que iban hacia los vestuarios para cambiarse de atuendo. Uno de ellos fue Bernardo Cruz, el zaguero cordobés que decidió quedarse pese al cambio de categoría. Además de su predisposición, otros como José Cruz, Omar Perdomo y las jugadoras Yanire Ruiz y Carmen Gordillo desfilaron radiantes hacia la prueba. Al míster, Germán Crespo, también se le ovacionó cuando se situó en su lugar, muy cerca del atacante Luismi Redondo. Hasta el presidente, Javier González Calvo, se ganó el aplauso del respetable. En definitiva, se trataba de una jornada donde los problemas quedaban a un lado y solo importaba regenerar el vínculo perdido.

Las ganas de conocer todo lo concerniente al balompié, sobre todo con el amplio recorrido de decepción y desilusión que cargaba la hinchada a la espalda, hizo presagiar una noche necesariamente diferente. Y el primer aspecto reseñable que levantó cierto revuelo llegó con el pantalón de la primera equipación. Del habitual blanco se pasó al negro que acompañaba a la elástica blanquiverde, una circunstancia que a muchos gustó y a otros no terminó de convencer. En las redes, mientras tanto, se repartían los comentarios sin hallar un consenso certero.

En la segunda, verde en su totalidad, se vislumbró un evidente interés por analizar al detalle su serigrafía. El homenaje al centenario de los Patios de Córdoba, adornando con flores la casaca, suplió a la figura del Puente Romano y la Mezquita que tan buena acogida tuvo el año anterior. De la tercera, azul con toques granates en los costados, llamó la atención que se incluyera la bandera de la ciudad en la parte posterior. Pese a ello, tal vez por el peso de la blanquiverde, la que se llevó una mejor opción fue la habitual.

El recuerdo a los que nos dejaron

Los discursos del presidente, Javier González Calvo, el representante de la firma Givova en España, Giuseppe Piscopo, y el alcalde de la ciudad, José María Bellido, estuvieron repletos de sentimiento y recuerdo. Nadie podrá olvidar jamás a todas las personas que la pandemia arrebató a sus familias, al igual que se aplaudió, con todo el cariño del mundo, la figura del joven árbitro cordobés Carlos Roldán, que perdió la vida en un trágico accidente de tráfico. Ese toque emotivo despertó la tristeza en unos aficionados que solo querían mirar al frente y que el fútbol, dentro de la crudeza de la realidad, les hiciera plantar a un lado todos el sufrimiento que creció considerablemente desde marzo de 2020.

Un día distinto, de los que hacen falta y se echaban de menos, para romper con las ataduras de los resultados competitivos y soñar -de una vez- sobre un escenario dispuesto en Las Tendillas dentro de un tiempo. No habrá mejor señal que esa para toda la hinchada.