Ya no se celebrará el pleno extraordinario propuesto por el PSOE para debatir el estado de la sanidad andaluza, cita que Vox iba a apoyar y que el Gobierno de la Junta de Andalucía tomó como un intento desestabilizador. El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, comparecerá este viernes en comisión parlamentaria, como propuso el PP, y quizá sea esa marcha atrás de Vox la que ayer llevó al presidente andaluz, Juanma Moreno, a suavizar su discurso. El miércoles advertía desde Fitur que, de producirse en febrero un «bloqueo sistemático» parlamentario a las iniciativas de la coalición PP-Ciudadanos no haría perder el tiempo a los andaluces y convocaría elecciones autonómicas de inmediato. Ayer no cambió su discurso, insistió en que si no le dejan gobernar Andalucía irá a las urnas, pero lo suavizó diciendo que «la intención del Gobierno es aguantar y, si se puede, llegar a noviembre del 2022 para convocar elecciones».

Junto al supuesto bloqueo de la oposición al Gobierno, Moreno esta pendiente de la evolución de la pandemia, pero también de los resultados de los comicios en Castilla y León, donde confía en que una mayoría del PP acabe con el debate sobre un próximo Gobierno con Vox en la Junta Andalucía.

La posibilidad del adelanto en febrero ha sido además enfriada por el vicepresidente, Juan Marín (Cs), a cuyo partido le interesa distanciar lo más posible la convocatoria ante los pésimos resultados que prevén todos los sondeos y el crecimiento de Vox. Marín no contempla «en absoluto» elecciones para abril o mayo y garantizó ayer que ni el presidente, Juanma Moreno (PP), ni él van a «convocar salvo situación de extrema urgencia o necesidad». Está convencido de que la fecha se decidirá al final del periodo de sesiones en julio.

Mientras, la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, también de Ciudadanos, esgrime que Andalucía «goza de estabilidad» y que «no hay que hablar de bloqueo ni de adelanto electoral». La número dos del PP-A, Dolores López, dice que el objetivo es agotar el mandato, pero deja la puerta abierta si el PSOE y Vox impiden la acción del Ejecutivo.

La oposición pone en cuarentena el relato del presidente y la presunta confluencia de Vox y el PSOE para el bloqueo legislativo. Para Juan Espadas, líder del PSOE-A y candidato a la Junta, Moreno y Marín están instalados en lo que ha calificado como «la ceremonia de la confusión» y censura que solo piensen en los cálculos electorales, y no en los graves problemas sanitarios. El socialista ve a Moreno «débil y desbordado» por un colapso sanitario al que no responde, y considera que aguarda a lo que ocurra en las elecciones de Castilla y León para decidir el futuro de Andalucía, lo que ve «triste y una demostración de la incapacidad» de Moreno.

También Vox cuestiona los planteamientos de Moreno, al que su portavoz, Manuel Gavira, pide que «le dé ya al botón electoral» y «no busque excusas o espere a que el resto de partidos de la oposición le demos una para poder convocar».

El portavoz de Unidas Podemos, Toni Valero, opina que el relato que intenta construir Moreno para justificar el adelanto es «directamente falso», y pone de ejemplo que la ultraderecha (por Vox) ha impedido que el presidente comparezca por la «corrupción» del PP de Almería. En términos más musicales, la portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, estima que PP y Vox están «cantándose un Pimpinela para ver quién gana el relato de la convocatoria electoral» en vez de estar en los problemas de los andaluces, que viven «el peor momento» en calidad asistencial.