Los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán expresaron ayer su deseo de comparecer voluntariamente ante el Supremo en caso de que el alto tribunal asuma las competencias de la parte relativa a los aforados que afecta a la instrucción del caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos y de la que está en posesión desde el martes.

En sendas entrevistas a Canal Sur Televisión, recogidas por Europa Press, ambos dirigentes socialistas manifestaron su deseo de declarar de forma voluntaria ante el Supremo y poder poner fin así al periodo de "indefensión" que consideran que han sufrido desde que el pasado 10 de septiembre de 2013 la jueza que instruye este caso, Mercedes Alaya, dictara un auto comunicándoles --junto a otros exconsejeros-- la existencia del procedimiento "en calidad de imputados", algo que se ha venido calificando como preimputación.

RESPETO A LA LEY Chaves dijo ayer que tiene "la conciencia tranquila" y rechazó que se haya producido "ni confabulación ni conspiración para montar una trama para que otros pudieran delinquir". "Mientras yo era presidente de la Junta, en el Consejo de Gobierno no se tomaron decisiones políticas ilegales", todas fueron "escrupulosamente respetuosas con las leyes y sus trámites", subrayó Chaves en la entrevista, en la que precisó que no está "intranquilo ni preocupado".

Chaves precisó que no tiene "confianza en cómo se estaba instruyendo la causa" y reconoció que quizá en el procedimiento pudo haber más control, pero insistió en que fue "legal", por lo que rechazó posibles responsabilidades políticas y expresó su confianza en que el Tribunal Supremo así lo confirme. En su opinión, es un caso que "ha tenido connotaciones políticas, ha sido una especie de proceso político judicial, en el que se ha tratado de destrozar a un partido que levantó Andalucía", aseveró.

"En ningún caso aparece ningún atisbo ni de enriquecimiento ilícito ni de financiación ilegal del PSOE", subrayó Chaves, quien afirmó que no ha recibido "ningún dinero ni en blanco ni en negro, ningún sobresueldo". "Me duele el daño a la Junta de Andalucía --declaró--, me produce preocupación y me avergüenzo de todo lo ocurrido porque durante esos años yo era presidente y será una losa que tendré que soportar durante muchos tiempo que algún colaborador mío haya defraudado dinero público".

Por su parte, el expresidente Griñán también aseguró estar "tranquilo", fundamentalmente porque "ha terminado un periodo largo de indefensión en donde, bueno, te señalaban y no te podías defender". "Ahora ya están señalando y yo puedo hacer las alegaciones correspondientes, que no son pocas, ante el Tribunal Supremo y pediré comparecer voluntariamente", añadió Griñán, quien dejó claro que "nadie de los aforados se ha llevado ni un euro".

"No ha habido ni una sustracción de recursos públicos, ha habido, eso sí, un procedimiento irregular por el que se permitió que se produjeran delitos", esgrimió el expresidente, que reiteró sus "ganas" de hacer sus "propias alegaciones" al proceso.

Por su parte, el vicesecretario de organización y electoral del Partido Popular, Carlos Floriano, tachó ayer de "ejercicio de hipocresía sin precedentes" que los expresidentes Chaves y Griñán hayan expresado su deseo de comparecer voluntariamente ante el Tribunal Supremo. "¿Por qué no hacían caso a lo que les decían los interventores generales de la Junta? En lugar de estar tan encantados ahora de ir al TS, haber evitado la situación de ocultar dinero público que se ha estado dando durante diez años", criticó Floriano durante una entrevista en RNE.