En menos de un mes, la Consejería de Educación tiene que adaptar los recursos humanos de los colegios e institutos a las enseñanzas que van a ofertar el curso que viene. Las plantillas orgánicas se diseñan cada año a finales de junio, pero esta vez la Junta tiene que trastocar la planificación de todos los institutos de Secundaria (1.159 centros), que empezarán el curso en septiembre con un 10% menos de profesores de media. El Gobierno central ha impuesto a las comunidades un aumento de la jornada lectiva en la ESO, que pasa de 18 a 20 horas semanales. Esto permite condensar los horarios de clase en menos profesores (funcionarios) y ahorrarse una cifra millonaria en personal interino: 4.827 docentes menos. Las áreas instrumentales --Lengua, Matemáticas e Inglés-- son las que aglutinan un mayor número de horas lectivas, y por tanto los más perjudicados del reajuste serán los profesores sin plaza fija que impartían estas asignaturas. Pero puede que no sean los únicos. Los sindicatos de la enseñanza temen que en algunos institutos el incremento de las dos horas lectivas por cada miembro de la plantilla deje a algún profesor funcionario sin horario propio. Es decir, que haya más docentes que horas de asignaturas para repartir, en cuyo caso la Junta tendría que desplazar a un funcionario con plaza definitiva en su centro a otro instituto cercano. De momento, la consejería no contempla esta posibilidad. Educación espera "que no se produzcan desplazamientos". UGT pide que se suprima la figura del desplazado y que, como último recurso, se le busque una plaza similar en un municipio cercano a su instituto, en un radio de 50 kilómetros alrededor del mismo.