De inocentes, nada. La Justicia ha hablado y no ha dejado impune el crimen de la pequeña Mari Luz Cortés. Los hermanos Del Valle pasarán una larga temporada entre rejas después de que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva haya dictado sentencia, que fue notificada y comunicada ayer a las partes --al mismo tiempo que a los medios de comunicación--. 20 días le ha llevado al tribunal redactarla, y los magistrados no han tenido duda: Santiago del Valle asesinó y abusó de Mari Luz y Rosa le ayudó a deshacerse del cadáver.

El fallo establece una condena de 22 años de cárcel para Santiago del Valle, 19 por delito de asesinato y tres por otro de abusos sexuales, mientras que en el caso de Rosa los magistrados han descartado la petición de las acusaciones de condenarla como cooperante necesaria del crimen, aunque sí como cómplice. Fiscalía y acusación particular solicitaban 17 años de prisión para ella, que han quedado en nueve al disminuir la gravedad del delito. Del mismo modo, el tribunal decreta la prohibición de los condenados de residir en Huelva, así como de aproximarse y comunicarse con los familiares de la víctima --padres, hermanos, tíos y abuelos-- durante 32 años para Santiago y 19 para Rosa. Ante la gravedad de los hechos probados y de los delitos, también acuerda que la clasificación en tercer grado penitenciario "no pueda producirse antes del cumplimiento de la mitad de la condena total impuesta".

En cuanto a las indemnizaciones en concepto de daños y perjuicios, se fija la cantidad de 122.000 euros para los padres de Mari Luz, 22.000 para los hermanos, así como 19.000 en concepto de daño moral añadido para los padres y hermanos de Mari Luz, por los días que transcurrieron entre la muerte de la menor y el descubrimiento del cadáver --54 días después del 13 de enero de 2008--. La resolución también incluye a Isabel García, ya que el tribunal ha aceptado las peticiones de la Fiscalía y el abogado defensor de Rosa, de manera que ha ordenado la deducción del testimonio contra la mujer de Santiago por la posible comisión de un delito de falso testimonio. Isabel declaró como testigo y culpó del asesinato a Rosa en solitario. Basándose en las pruebas --testificales y periciales-- practicadas en la vista oral, complementadas con las diligencias de la fase de instrucción, la Sección Tercera expone como hechos probados que Santiago del Valle atrajo a Mari Luz arrojándole un osito entre las 16.30 y las 16.40 horas del 13 de enero, cuando la niña volvía de comprar chucherías. La sala hace referencia a las condenas anteriores por abusos sexuales de Santiago para exponer que el pederasta "quería satisfacer su ánimo libinidoso". Considera probado que Del Valle realizó tocamientos y la menor se resistió, por lo que "la agarró por la muñeca y por el tórax", y durante el forcejeo Mari Luz se golpeó en la cabeza y quedó inconsciente. Después el asesino la tiró viva a la ría de Huelva con la ayuda de su hermana, que le ayudó a deshacerse de la pequeña.